Pequeños productores sacan máximo de su producción de maíz

Publicado en fecha 06-01-2025
El programa Avatiky volvió a generar un importante impacto para la agricultura familiar a través de la distribución de semillas de calidad que permitió la producción de maíz choclo y silaje.

Por quinto año consecutivo, el programa benefició a miles de familias productivas de seis departamentos de la Región Oriental con semillas de alta calidad genética y asesoramiento técnico, brindando la posibilidad de cultivar maíz zafra y zafriña.

Aunque el clima no contribuyó en la etapa inicial de los cultivos, al cierre de este 2024 se empiezan a ver los primeros resultados y las familias pudieron colocar su producción de choclo en el mercado, abastecer sus hogares para el autoconsumo y para la alimentación de animales de granja.

Autoconsumo y rotación
Nicasio Estigarribia, productor de San Ramón distrito de Caaguazú, comentó que es su segundo año trabajando con Avatiky y en ambas oportunidades logró buenos resultados. Actualmente cuenta con media hectárea de cultivos en etapa final, que destinará al autoconsumo y alimentación de gallinas. Contó que la sequía extendida por poco más de un mes afectó bastante a las plantas, mermando su crecimiento, pero de igual manera lograron recuperarse y espigan bien gracias a la calidad de la semilla y los cuidados brindados.

Con los aprendizajes iniciales, Nicasio también aplica rotación con cultivos de mandioca. Espera cosechar una media hectárea, para volver a sembrar sus semillas restantes en febrero aproximadamente y así seguir autoabasteciendo la mesa familiar. En el marco de las buenas prácticas y tecnificación, también proyecta combinar su cultivo de maíz con pasto ruziziensis como abono verde para la nutrición del suelo.

Ventas beneficia a toda la comunidad
Asimismo, Albino Fernández del distrito de Mariscal López, resaltó que obtuvieron una muy buena producción en la primera tanda cosecha y lograron colocar a G. 80.000 a G. 40.000 la bolsa de espigas de choclo. “Nuestra parcela es comunitaria y ya cosechamos dos veces. Las primeras parcelas sembradas (40 hectáreas aproximadamente) fueron afectadas por la sequía, pero otras 30 hectáreas se están desarrollando bien. Es el tercer año que recibimos semillas y el programa fue muy bueno para toda la comunidad”, comentó.

Toda la producción es mecanizada, los vecinos trabajan unidos durante cada etapa de la producción y realizan los cuidados necesarios para apuntar a una buena cosecha.

Insumo para la producción lechera
Un alto porcentaje de familias también destinan sus cultivos para la producción de silaje, ahorrando costos en la alimentación de vacas lecheras.

“Nosotros recibimos una bolsa, pero decidimos plantar con otras dos familias beneficiarias para cubrir tres hectáreas. Las plantas se desarrollan bien, pero sufrimos mucho la sequía por cerca de 30 días que afectó la productividad”, explicó Mayara De Souza, productora de Santa Catalina.

Estiman una base de 20.000 kilos por hectárea que serán destinados en su totalidad al silaje para la nutrición de las vacas lecheras, ya que cuentan con un mercado seguro para la leche. “Es el segundo año que recibimos y nos ayuda mucho a ahorrar costos al producir nuestro propio silaje”, agregó.

Aunque el programa inició con el objetivo de garantizar la producción de maíz zafra y el comercio de choclo para que las familias generen su propio aguinaldo a fin de año. Los productores han desarrollado sus propios sistemas, sembrando en la época que mejor se ajuste a sus objetivos y destinando su producción al área de mayor conveniencia para cada finca.

Ya sea de manera independiente o comunitaria, las familias siguen trabajando en sus chacras, creciendo en el cultivo de granos y abriéndose paso en el sistema productivo nacional.
Fuente: UGP