El presidente de la República, Santiago Peña; el vicepresidente, Pedro Alliana, y el titular del ente agrario, Francisco Ruiz Díaz, entregaron los primeros 82 títulos de propiedad a familias beneficiarias de la colonia San Òscar Romero (Ex Marina Cué), en el distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú. Fue en el mismo lugar donde hace 13 años perdieron la vida 11 campesinos y seis policías, en el suceso conocido como la masacre de Curuguaty.

“Siempre el amor va a vencer al odio", expresó el primer mandatario cuando señaló que la titulación de las tierras es un gesto para sanar heridas de un suceso triste que nunca debió ocurrir, el enfrentamiento entre paraguayos en la lucha por la tierra. Y en esta oportunidad ganó el amor, enfatizó el titular del Ejecutivo.

El ministro del Interior, Enrique Riera, expresó que cabemos todos cuando se hace una buena distribución de la tierra y que los campesinos la utilicen para producir para sus familias y para el país. El ministro Riera fue el articulador entre las instituciones y los campesinos en el proceso de regularización que llegó a feliz culminación.

El acto se realizó en la colonia, con presencia de los beneficiarios; autoridades nacionales, locales y sectores que acompañaron de cerca la lucha de los colonos por la anhelada formalización de tierras. El dirigente campesino, Justino Vera expresó que esta no solo es la fiesta de Curuguaty, sino de todos los campesinos del país, porque el país está feliz, enfatizó.

Santiago Peña ratificó el compromiso social del Gobierno del Paraguay para con las familias rurales. Dijo que la entrega de los documentos a favor de las familias representa un hito histórico en la regularización de las tierras de Marina Cué, contribuyendo a la paz social y desarrollo económico en el campo. Destacó una vez más la labor de Ruiz Díaz, quien, a través del programa de titulación masiva de tierras, ha logrado inéditos resultados en todo el país.

El titular del ente agrario resaltó la trascendencia social e histórica del acto de entrega de los mencionados títulos de propiedad a las familias, que se logró gracias al actual Gobierno, trabajando de forma coordinada entre varias instituciones.

Las familias de Marina Cué resaltaron la buena predisposición del actual Gobierno para abordar de forma decidida el caso de las emblemáticas tierras, mediante el establecimiento de mesas de trabajo interinstitucional con los beneficiarios del Estatuto Agrario del lugar.

Solución definitiva con títulos en mano

La regularización jurídica de las referidas tierras, que hoy conforman la colonia San Óscar Romero, representa uno de los mayores logros a poco más de dos años del Gobierno de Santiago Peña, a través de la gestión de Francisco Ruiz Díaz al frente de la Institución agraria.

La apertura al diálogo y consenso entre las partes involucradas permitieron agilizar la regularización jurídica, y solución definitiva de las emblemáticas tierras de Marina Cué, que por años venía arrastrando un conflicto social y jurídico.

La entrega de títulos y la presencia del presidente de la República es un broche de oro a la visita de importantes personalidades del mundo como representantes de las Naciones Unidas, CIDH, el Nuncio Apostólico y el primer cardenal paraguayo, Monseñor Adalberto Martínez, expresó Darío Acosta, presidente del Comité de Desarrollo de Marina Cué. Es la primera vez que un presidente de la República visita la zona y estamos muy contentos y agradecidos, enfatizó.

Tras finalizar el acto, el presidente de la República, Santiago Peña, cultivó un plantín de lapacho en lo que será un parque en memoria de los caídos, que servirá de un lugar de paz y descanso para la comunidad y las personas que visiten el lugar.

Marina Cué tiene 1.748 hectáreas, conformando 243 lotes en total. Las referidas tierras dejaron el estatus de reserva natural. Años atrás, el Mades desafectó el área como área científica, y el estado compensa con otro inmueble en el distrito de Karapaì, Amambay, que fue declarado área silvestre protegida.

El objetivo fue regularizar la tenencia de tierras del lugar destinándolas a los fines de la Reforma Agraria, para favorecer a familias que desde hace varios años se consolidaron en el lugar, lo que permitió al ente agrario a avanzar en el proceso de titulaciones y así lograr un resarcimiento a las familias que pelearon y hasta entregaron sus vidas por un pedazo de tierra, que en los gobiernos anteriores se les ha negado.