Moody's mantiene perspectiva negativa sobre China a causa del conflicto comercial con EE.UU

Publicado en fecha 27-05-2025
Moody's mantuvo  su perspectiva negativa sobre China, citando la preocupación de que las tensiones con sus principales socios comerciales puedan tener un impacto negativo duradero en su perfil crediticio.

Afirmando su calificación A1, que Moody's rebajó a "negativa" desde "estable" en diciembre de 2023, la agencia de calificación crediticia dijo que "los impulsores de la perspectiva negativa (de China) han cambiado", en un cambio de las preocupaciones sobre la deuda de los gobiernos locales y la salud de las empresas estatales.

"Estos riesgos han remitido tras una política gubernamental concertada, y ya no pesan de forma significativa en la calificación A1 de China", dijo Moody's en un comunicado.

En abril, otra agencia, Fitch, recortó la calificación crediticia soberana de China en un escalón, hasta A, citando el rápido aumento de la deuda y el deterioro de las finanzas públicas.

Los inversores están atentos para ver cómo otras agencias de calificación e instituciones financieras calibran la salud de la segunda mayor economía del mundo, tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 145% a Pekín el mes pasado.

El Ministerio de Finanzas chino dijo en un comunicado que la decisión de Moody's de mantener sin cambios la calificación y la perspectiva del país es "un reflejo positivo de las perspectivas de la economía china".

Aunque China y Estados Unidos acordaron una tregua arancelaria más temprano en el mes, Moody's dijo que "persiste la incertidumbre en torno a las futuras restricciones comerciales y los flujos comerciales mundiales".

"Como referencia, esperamos que los aranceles sobre las exportaciones chinas a los principales mercados sigan siendo más elevados que a principios de año", añadió.

China sería cobrador de deudas 
Los países más pobres del mundo deberán reembolsar este año una deuda récord a China por los préstamos concedidos una década antes, señaló un informe elaborado ayer por el grupo de expertos Lowy Institute, con sede en Sídney.

En el marco de la iniciativa lanzada por el presidente chino, Xi Jinping, en el 2013, Pekín prestó miles de millones de dólares para construir infraestructuras que conectaran Asia, Europa y África, a la vez que buscaba fomentar el comercio y la influencia.

Según el informe, de los 35.000 millones de dólares que los países en desarrollo deberán pagar a China en el 2025, 22.000 millones corresponderán a 75 de los países más pobres y vulnerables del mundo, lo que pondrá en peligro el gasto en sanidad y educación.

“Durante el resto de esta década, China será más un cobrador de deudas que un banquero del mundo en desarrollo”, afirmó Riley Duke, autor del informe.

En 54 países en desarrollo, los pagos de la deuda a China superarán los pagos combinados debidos al Club de París de prestamistas bilaterales occidentales.

“A medida que Pekín desempeña el papel de cobrador de la deuda, los gobiernos occidentales siguen centrados internamente, con la ayuda disminuyendo y el apoyo multilateral menguando”, señala el informe del Lowy Institute.