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Destacan al país como un modelo de resiliencia orientado a la economía verde
Publicado en fecha 24-07-2024
Durante el conversatorio “Coyuntura económica global”, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), destacó las notables fortalezas de Paraguay en términos de estabilidad financiera y su enfoque hacia una economía verde y resiliente. El evento tuvo lugar en el Gran Teatro José A. Flores del Banco Central del Paraguay (BCP).
Durante su exposición, la alta ejecutiva mencionó que el FMI ha creado un nuevo instrumento financiero de largo plazo para ayudar a los países a crear espacio fiscal para la transición verde y que Paraguay ha sido el primer país de Sudamérica en adoptar estos servicios de resiliencia, lo cual, según Georgieva, ayudará a acelerar su fortaleza comparativa en esta área.
Asimismo, destacó la seguridad energética del país, que proviene en su totalidad de fuentes renovables. Esta característica coloca a Paraguay en una posición ventajosa para capitalizar sus recursos y desarrollar una economía sostenible y resiliente al cambio climático.
“Paraguay está posicionado de manera perfecta para desarrollar su fortaleza en energías renovables. La seguridad energética es de lejos fundamental para cada economía y Paraguay tiene la mejor seguridad de energética porque proviene de energía renovable”, afirmó.
Además de sus ventajas en energía renovable, también elogió las iniciativas de Paraguay para desarrollar su capital humano. Subrayó que la mejor inversión es la inversión en la gente, y Paraguay cuenta con programas destinados a alinear el desarrollo del capital humano con las demandas del mundo contemporáneo. Estas iniciativas no solo mejoran la competitividad del país, sino que también aseguran un futuro próspero y sostenible para su población.
En otro momento, habló sobre la resistencia de la economía mundial frente a diversas crisis, no obstante, señaló que aún persisten importantes desafíos. “A pesar del Covid, de la guerra en Europa, del aumento de la inflación, definitivamente estamos en territorio de crecimiento positivo. Hace un año, nos preocupaba que el mundo pudiera caer en una recesión mientras luchaba contra la inflación. Esto no sucedió”, refirió.
En otro momento, subrayó que existen tres grandes desafíos que deben ser abordados. El primero es la inflación persistente. A pesar de una disminución reciente, la inflación sigue siendo un problema, lo que podría llevar a mantener altas las tasas de interés durante más tiempo. Esto a su vez afecta la estabilidad de las monedas nacionales, especialmente en países en desarrollo, y podría importar inflación, perjudicando a las economías locales.
El segundo desafío es el crecimiento económico lento. Aunque la economía mundial está creciendo, lo hace a un ritmo más lento que antes de la pandemia. Las proyecciones actuales son de un crecimiento del 3%, comparado con el promedio del 3,8% previo a la pandemia. Este crecimiento reducido podría frustrar las aspiraciones de mejorar los niveles de vida en muchas partes del mundo.
El tercer desafío es la divergencia económica. Los enfrentamientos geopolíticos están creando una divergencia peligrosa tanto dentro de los países como entre ellos. Mientras algunas naciones mejoran, otras se ven perjudicadas, lo que podría llevar a una mayor inestabilidad global.
A pesar de estos desafíos, Georgieva se mostró optimista sobre el futuro. Destacó la capacidad de invención de las personas y el acelerado cambio tecnológico como motores de transformación económica. También hizo énfasis en el potencial de la transición verde para hacer que las economías sean más resilientes al clima y generar nuevos empleos en el sector de las energías renovables.