La actividad empresarial estadounidense se mantuvo estable en noviembre pero el empleo en el sector privado disminuyó por primera vez en casi tres años y medio, en consonancia con las expectativas de una desaceleración económica en el cuarto trimestre.

S&P Global informó que su índice de gestores de compras (PMI) compuesto, que analiza los sectores manufacturero y de servicios, se mantuvo sin cambios en 50,7 puntos este mes, ya que un modesto aumento de la actividad en el sector servicios compensó una contracción en el manufacturero. Una lectura por encima de 50 puntos indica expansión en el sector privado.

Por su parte, el PMI manufacturero bajó a 49,4 puntos este mes, frente a 50 de octubre y el del sector servicios subió a 50,8 puntos desde 50,6.

El índice compuesto de nuevos pedidos aumentó a 50,4 puntos en noviembre, lo que puso fin a tres descensos mensuales consecutivos. El modesto incremento desde 49 puntos de octubre se debió principalmente al sector servicios, mientras que los pedidos a fábricas se estancaron.

La falta de un fuerte crecimiento de los pedidos se tradujo en una reducción del número de trabajadores, el índice de empleo de la encuesta cayó a 49,7 puntos, la primera contracción desde junio del 2020 y siguió a una lectura de 51,3 en octubre.

Según S&P Global, los despidos se produjeron tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, donde las empresas citaron como motivos la relativa debilidad de la demanda y la elevada presión de los costos. Las empresas también congelaron la contratación.

La destrucción de empleo se ha extendido más allá del sector manufacturero, ya que las empresas de servicios señalaron una nueva reducción de personal en noviembre en busca de ahorros de costos”, explicó Sian Jones, economista senior de Índices Económicos en S&P Global.

El descenso del indicador de empleo puede indicar una fuerte ralentización del mercado laboral en los próximos meses.