El plan estratégico, que se implementará a partir del 1 de enero de 2024 y abarcará hasta 2026, se basa en evaluar las finanzas, procesos y productos de la cooperativa. El objetivo es definir objetivos estratégicos alineados con las necesidades y expectativas de los socios, considerando tanto el entorno competitivo como las capacidades internas de la cooperativa.

Entre las estrategias identificadas, se destaca la mejora tecnológica a lo largo de los próximos 3 años para permitir la realización de nuevas iniciativas. Además, se busca un mejoramiento integral de los procesos en áreas como crédito, captaciones y asociatividad, siempre priorizando la satisfacción de los socios.

Los principales desafíos incluyen abordar posibles riesgos como la morosidad, lograr un crecimiento constante de la cooperativa y enfocarse en mejorar internamente para proyectar una imagen positiva hacia el exterior.

Se reconoce la necesidad de generar nuevos productos y servicios para fortalecer la cooperativa, mientras se busca estabilizar y consolidar el crecimiento para el beneficio de los socios. Dado que el plan abarca un horizonte de 3 años, se enfatiza la mirada a largo plazo.

En el contexto económico paraguayo, se destaca el buen desempeño de los últimos 15 años, con equilibrio macroeconómico. En el sector financiero, se ha observado la consolidación de diversos actores, como bancos, cooperativas y fintechs. Ante esta diversificación, se subraya la importancia de fortalecerse internamente para mantener una posición sólida.

Un aspecto relevante es que, a pesar de la implementación tecnológica, se reconoce la necesidad de seguir atendiendo a todos los socios, incluso aquellos que no utilizan la tecnología. Se busca mejorar los procesos de servicio de manera tradicional para satisfacer las necesidades de este segmento de socios.