La inflación en la eurozona cae 2%

Publicado en fecha 06-07-2023
Joachim Nagel, una de las autoridades de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), dijo que la institución financiera aún tiene camino por recorrer en la senda de alzas de las tasas de interés y que también debe reducir su balance en los próximos años, aunque aumente la oposición a un mayor endurecimiento del crédito.

La inflación en la eurozona está cayendo desde máximos históricos, pero sigue muy por encima del objetivo de 2% del BCE, lo que deja a la institución en camino para una novena alza consecutiva de tasas el 27 de julio.

Nagel, presidente del Bundesbank y uno de los principales “halcones” del Consejo de Gobierno del BCE, fue uno de los muchos responsables de política monetaria que abogaron por un mayor endurecimiento, aunque reconoció que se encontraría con oposición.

“Tal y como yo lo veo, aún nos queda camino por recorrer”, declaró en un acto financiero, afirmando que “las dudas sobre la necesidad de más incrementos de tasas crecerán, las voces críticas son cada vez más fuertes”.

No obstante, argumentó que el mercado laboral sigue siendo fuerte, el crecimiento económico positivo y “las señales de la política monetaria apuntan claramente en la dirección de un mayor endurecimiento”.

La inflación en los 20 países que comparten el euro se desaceleró a 5,5% este mes desde 6,1% de mayo, sumando su séptimo descenso en los últimos ocho meses.

Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos y que los responsables del BCE consideran un mejor indicador, sólo bajó a 6,8% desde 6,9 por ciento.

Nagel añadió que aboga por “que el balance del eurosistema se reduzca de forma significativa en los próximos años” tras años de expansión mediante la compra masiva de bonos y préstamos a los bancos.

Estas medidas de estímulo, desplegadas durante la última década cuando la inflación era demasiado legal, inundaron los bancos de efectivo y arrastraron las tasas de interés del mercado monetario hasta la tasa de depósito del BCE.

Pero el BCE empieza a recoger ese dinero extra y su personal comienza a trazar un futuro en el que el dinero sea más escaso y los bancos tengan que pedirlo prestado en las subastas semanales del banco central a una tasa más alta, como hacían antes de la crisis financiera.