Informe de estabilidad financiera muestra mayor dinámica del sistema

Publicado en fecha 01-06-2023
El Banco Central del Paraguay (BCP) dio a conocer el informe de estabilidad financiera y el análisis demuestra que el activo presenta una mayor dinámica a través de un mayor crecimiento interanual, interrumpiendo la desaceleración exhibida desde inicios del 2021 con la desacumulación de activos líquidos mantenidos en el periodo de pandemia.

El aumento interanual del primer trimestre de 2023 se explicó, especialmente, por la contribución de la cartera de créditos otorgados y, en menor medida, por el incremento de las inversiones en valores y las disponibilidades. No obstante, la cartera de créditos, que representa el 66,4% del activo, ha exhibido una desaceleración en su ritmo de crecimiento interanual desde agosto de 2022 debido, principalmente, al menor dinamismo de los créditos en moneda extranjera.

De igual manera, el pasivo total ha registrado una tendencia al alza desde el último informe, impulsado por la recuperación de los depósitos, especialmente en guaraníes, y en menor medida, por el aumento de los préstamos de entidades financieras del exterior.

Los depósitos han registrado un mayor crecimiento interanual, que estaría explicado por un contexto económico mucho más favorable respecto al año anterior y por las tasas de interés pasivas más altas tanto en moneda nacional como en moneda extranjera.

El riesgo de crédito ha exhibido recientemente un deterioro, reflejado por el aumento de la tasa de morosidad total, especialmente de los créditos en moneda nacional. El impacto negativo de la pandemia y la sequía en el periodo reciente ha llevado a una disminución de la capacidad de pago de los deudores.

No obstante, el riesgo de incumplimiento se mantiene contenido como resultado de la aplicación de medidas transitorias de apoyo a sectores productivos afectados por condiciones climáticas adversas y de las previsiones constituidas que permiten cubrir el riesgo de crédito en más del 100% de los préstamos vencidos.

Desde el IEF anterior, el crecimiento del crédito de bancos y financieras destinado al financiamiento de las familias mostró una leve desaceleración, aunque, sigue exhibiendo una dinámica favorable. Por su parte, su tasa de morosidad ha disminuido, pero aún se ubica en niveles superiores al período de pre-pandemia.

Respecto al endeudamiento corporativo local, la deuda bancaria de este sector ha continuado desacelerándose desde el último reporte, en un contexto de condiciones climáticas adversas y de un mayor costo del crédito debido al incremento de tasas de interés. Sin embargo, sigue manteniendo un crecimiento positivo impulsado, especialmente, por los créditos en dólares.

Por otra parte, la tasa de morosidad de las empresas se ha mantenido en niveles acotados, sobre todo en moneda extranjera, como resultado de las medidas transitorias de flexibilización provistas por el BCP que han permitido la renegociación de las deudas, principalmente de sectores relacionados a la agricultura y a la ganadería.

Desde el último IEF, la liquidez ha mostrado un aumento como consecuencia de la mayor demanda de activos líquidos, como los instrumentos de regulación monetaria, por parte de los bancos y financieras, en medio de un panorama de recuperación de la dinámica de los depósitos, la desaceleración de los créditos y un aumento de la incertidumbre externa ampliada por las tensiones financieras (que implican caídas de bancos) en las economías avanzadas a comienzos de marzo, aunque se han disipado recientemente debido a las medidas oportunas implementadas por sus bancos centrales.

En este escenario, el riesgo de liquidez se mantiene bastante limitado. Por otra parte, el riesgo de cambio por descalce se ha mantenido controlado a nivel agregado y, en cuanto al riesgo de mercado, el diferencial de tasas de interés ha seguido aumentando desde el último reporte tanto en moneda local como extranjera.

Los indicadores de rentabilidad han mostrado una trayectoria creciente desde el año pasado. Así, la utilidad del sistema ha continuado recuperándose impulsada, principalmente, por el aumento de los márgenes financieros. Como resultado, los indicadores ROA y ROE se ubicaron en 2,1% y 16,3%, respectivamente, en marzo 2023, aunque todavía se encuentran en niveles inferiores a los niveles pre-pandemia.

En cuanto a los indicadores de solvencia en el agregado de bancos y financieras, los niveles registrados superaron cómodamente los mínimos establecidos en la regulación. Así, en marzo de 2023, el capital principal (nivel 1) y el capital regulatorio total representaron el 14,0% y 19,4% de los activos y contingentes ponderados por riesgo, respectivamente.

Los resultados de las pruebas de tensión muestran que la solvencia del sistema financiero, formado por bancos y financieras, se mantiene en niveles por encima de los requerimientos mínimos que establece la regulación, luego de simular choques extremos, pero con una baja probabilidad de ocurrencia.

Finalmente, el sistema de pagos ha continuado funcionando con normalidad, en forma fluida y eficiente, reflejando, a nivel global, el mayor uso de los medios de pagos digitales por los agentes económicos y los avances en la infraestructura financiera de pagos en los últimos años.