El nuevo superministro de Economía en Argentina, Sergio Massa, busca fortalecer su plan de la "Fábrica de Dólares", como le llaman sus allegados. Además de las medidas que lanzará el miércoles para estabilizar la economía, contener la inflación y recuperar reservas del Banco Central, la idea de Massa es salir en busca de dólares con una ambiciosa gira internacional.

El superministro se prepara para el primer viaje al exterior durante la tercera semana de agosto. Los destinos de este primer paso del superministro en su ruedo internacional serán Washington, Nueva York, París y Qatar.

Los detalles de este ambicioso roadshow en el que Massa saldrá a mostrarse por primera vez al mundo como superministro de Economía y al mismo tiempo buscará sumar dólares a la Argentina lo están armando la "mesa chica" de Massa en el plano de las relaciones exteriores. Estos son: José Ignacio de Mendiguren, Gustavo Martínez Pandiani y Guillermo Michel, en Buenos Aires.

Pero sustancialmente remarcaron los allegados de Massa a El Cronista que las reservas se aumentan de tres modos concretos: Aumento de exportaciones. Para ello se busca la buena sintonía con el campo para exportar granos en lo inmediato y con los industriales de la UIA para exportar manufacturas.

Atracción de inversiones productivas. En esto implicará el contacto de Massa con fondos de inversión extranjeros, organismos internacionales y empresarios de los más variados rubros que quieran invertir en la Argentina. Turismo receptivo.

Esto implicará dentro del paquete de medidas un factor importante. Pero también Massa quiere reforzar las misiones comerciales en el exterior para promover a la Argentina como destino turístico atractivo y que esto genere el ingreso de divisas.

A todo esto se le suman los planes para proponer nuevos préstamos internacionales. En Washington, el superministro de Economía tiene previsto realizar una visita al FMI, al Departamento del Tesoro, al Banco Mundial y al BID. También habrá reunión con inversores en Wall Street. Esto es parte de la reciente gira que hizo la fugaz ministra de Economía, Silvina Batakis.

En su paso por Francia, el superministro Massa se reunirá con las autoridades del Club de París con la idea de redefinir la reestructuración de la deuda que la Argentina tiene con ese organismo internacional fundado en 1956 y del participan 22 países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Alemania, Japón y Bélgica, entre otros.

Por último, en su escala en Qatar, Massa tiene pautado un encuentro con los representantes del Fondo Soberano de Qatar que es uno de los más grandes inversores del mundo. También se llevarán proyectos de inversión en sectores energético y de seguridad alimentaria.

Sergio Massa empezó a definir su Gabinete y comenzó a anunciar la conformación a través de Twitter con un equipo conformado por históricos y su gente de confianza.  "Les comunico que Raúl Rigo será el Secretario de Hacienda", escribió Massa. Rigo fue secretario hasta principios de julio, cuando presentó la renuncia junto con Martín Guzmán, con quien ocupaba ese cargo.

Por otra parte, Massa señaló que "lo acompañarán Jorge Domper como Subsecretario de Presupuesto y Claudia Balestrini a cargo de la Subsecretaría de Ingresos Públicos", también con experiencia en el área.  Otro de los regresos que trae la llegada de Massa al superministerio de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura es el de José Ignacio De Mendiguren a la secretaría de Industria.

Fue Daniel Scioli, el ex ministro de Desarrollo Productivo que vuelve a la embajada de Brasil tras la entrada de Massa, quien oficializó la designación antes de que lo presente Massa. En tanto, asumirá Mercedes Marcó del Pont como asesora estratégica frente a los organismos internacionales, el cargo que antes ocupaba Gustavo Beliz y que estará bajo el control de Massa.

También ratificó a Eduardo Setti en Finanzas. Por otra parte, se confirmó que el vicepresidente del BCRA será Lisandro Cleri. La secretaría de Comercio podría recaer en Matías Tombolini, mientras que la definición en Agricultura es más difícil, con largas gestiones de fin de semana convencer a los candidatos.