Agricultura e inversiones públicas sustentan el PIB de -1,5%

Publicado en fecha 02-11-2020

Conforme a los últimos datos de los principales indicadores de corto plazo de actividad económica que muestran un repunte, en línea con el retiro gradual de las medidas de control sanitario y el impulso de las políticas de apoyo a los ingresos de los hogares y las empresas desplegadas, se estima que el 2020 finalizará con una caída del PIB del 1,5%, una contracción menos severa que la pronosticada en julio pasado.

Así señala la nueva estimación del Banco Central del Paraguay (BCP) sobre el crecimiento de la economía, que de una proyección de -3,5% estimada en el mes de julio, se corrigió a -1,5% en la nueva proyección realizada en octubre.

La proyección de crecimiento del 10,5% para la agricultura y de 4,5% del gobierno, por las inversiones públicas en  obras de infraestructura, son las principales argumentos de contención de la economía, por lo que se tendrá un PIB negativo de 1,5%, en vez de 3,5% que se había anunciado.

El Plan de Levantamiento Gradual del Aislamiento Preventivo General ha permitido que la actividad iniciara una recuperación gradual, superando los mínimos alcanzados en los meses de abril y mayo. La evolución del escenario macroeconómico sigue determinada por el desarrollo del Covid-19 y las medidas necesarias para proteger la salud de la población.

Según los informes del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPYBS), el ritmo de la epidemia se ha estabilizado en meses recientes. Este proceso de flexibilización de las medidas restrictivas, no está exento de algún retroceso, el cual está condicionado a la progresión de los indicadores epidemiológicos monitoreados por el MSPYBS.

Sin embargo, la experiencia acumulada por la población, las medidas preventivas impuestas por las autoridades sanitarias y el refuerzo del sistema de salud, reducen la probabilidad, ante un aumento del ritmo de contagio, de que se reimpongan cuarentenas estrictas.

Tal como lo esperado y señalado en el último informe de julio, se observa una recuperación de la economía a partir del tercer trimestre y su velocidad dependerá de una combinación de factores: i) una mejor respuesta sanitaria del sistema sanitario compatible con la actividad económica, ii) una rápida adaptación a las nuevas condiciones de funcionamiento bajo la COVID-19, principalmente de aquellas actividades de los Servicios que requieren interacción social, y iii) el impulso de diversas medidas adoptadas por el gobierno.