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Programa Avatiky generó buenos resultados para comunidades productivas
Publicado en fecha 11-03-2024
Comunidades productivas de cinco departamentos lograron buenos rendimientos de maíz choclo y maíz zafra para el autoconsumo, comercialización y alimentación de animales de granja. Además siguen trabajando en la producción de zafriña.
“Este año el clima nos ayudó bastante para lograr una buena producción, algunos usaron su maíz para el autoconsumo, otros para venta de choclo y para el consumo animal”, contó Leonardo Alfonso Martínez, joven productor en la comunidad Acaraymi de Alto Paraná.
Recordó que en la campaña anterior fueron fuertemente afectados por la sequía, con pérdidas de entre el 50% y 60% de su producción, pero eso no los desanimó y pese a que este año recibieron menos semillas, los rendimientos fueron mucho mejores. Esto demostró que las familias saben cómo producir, quieren ver el fruto de su esfuerzo materializado en platos de comida y fuentes de ingreso para sus hogares.
También resaltó la importancia de adoptar nuevas tecnologías, ya que la calidad de las semillas recibidas es esencial para lograr mayor productividad. “Eso, más las lluvias que tuvimos, la buena preparación de suelo, y toda la mano de obra nos ayudó”, agregó Leonardo.
La comunidad ha sido parte del proyecto Avatiky desde sus inicios y año a año reciben semillas y asistencia técnica como una oportunidad para generar ingresos extras y alimento para sus hogares.
El choclo siempre presente en las ferias
Desde Liberación, San Pedro, Mariana Riveros, productora e integrante de la Asociación de feriantes de Liberación comentó que a fin de año pudieron generar buenas ventas a G. 100.000 el kilo y G. 50.000 la bolsa de choclo, mientras que un porcentaje dejaron secar para alimentar a sus animales.
Contó que este es el segundo año que reciben la semilla y la comunidad está muy feliz porque son de rápido desarrollo y calidad, lo que les permite trabajar con confianza. Luego ya depende de que el clima les ayude.
Cada productora recibió una bolsa, y obtuvieron muy buena calidad, lo que fue apreciado por los compradores. Para afrontar los desafíos de falta de lluvia, están implementando un sistema de riego en algunas líneas, pero esto también requiere una inversión que aún les limita para implementarlo en toda el área de cultivo.
San Pedro, al igual que Canindeyú, está siendo afectado por la falta de lluvias que impactó en la cantidad y calidad del maíz, sin embargo las familias no escatiman en esfuerzo para seguir produciendo.
Distribución de semillas de maíz en hectáreas (ha)
“En el campo hay gente que quiere trabajar y salir adelante”
El trabajo de campo, sea agrícola, ganadero o forestal, fue y sigue siendo la fuente de trabajo para miles de familias en las zonas rurales. Leonardo nos cuenta que su comunidad, integrada por casi 300 familias, está creciendo a través de la producción de granos, hortalizas, frutas, hierbas, animales y otros rubros agropecuarios.
“En el campo hay gente que quiere trabajar y salir adelante, pero falta más apoyo. Son personas de escasos recursos que no tienen en sus bolsillos dinero para comprar insumos o herramientas. Por ejemplo, una bolsa de maíz sale USD 100/150 y no pueden comprarla”, agregó.
En este contexto, recordó la necesidad de más acompañamiento por parte de las autoridades públicas para la comunidad indígena, a quienes les falta asistencia técnica, inversión en insumos y maquinarias. “Hoy los pequeños agricultores necesitan nuevas tecnologías, por ejemplo, fumigadores es algo que va a ayudar muchísimo”, dijo.
Aun con estos desafíos, la comunidad Acaraymi también busca adquirir nuevos saberes asistiendo a escuelas agrícolas y universidades de la zona. “Estamos creciendo de a poco, creemos que los conocimientos son primordiales para el desarrollo de la comunidad, sin conocimiento ni estudio nadie va a poder salir adelante”, señaló Leonardo.
Fuente: UGP