En Itapúa la siembra está bastante avanzada con un promedio cerca del 80%. Sin embargo, la lluvia constante generó un paro. “Está lluvioso en Itapúa y no podemos terminar de sembrar, pero la mayoría ya sembró gran parte de sus hectáreas porque ya se empezó desde inicios de septiembre en algunas zonas”, contó Blanca Saiki, productora de Itapúa. 

Recordó que aún falta completar parcelas, por lo que esperan que el clima les ayude para seguir trabajando. 

Por su parte, Dionisio Hildebrand, productor de Caaguazú, mencionó que el avance de siembra está entre el 90%-94% y añadió que el clima está ayudando para un buen desarrollo de los cultivos. “No fue una lluvia muy grande, pero entre un margen de 20 a 100 ml que ayudó”, agregó.

 Asimismo, Manuel Ocampo comentó que la primera lluvia (15 ml) permitió reanudar la siembra y con ello pudieron “prácticamente sembrar todo” y que ahora les cayó encima una buena lluvia (90 ml). Producción nacional 02 Desde el Distrito General Isidoro Resquín, en San Pedro, el productor Víctor Penayo indicó que las últimas lluvias (42 ml) les permitieron reanudar la siembra. 

“En mi propiedad concluimos ayer, pero hay muchos productores que siguen sembrando”, indicó. Mencionó que los cultivos muestran buena germinación, y ahora dependen de las condiciones climáticas. 

“Llega la lluvia, pero no en el porcentaje que vemos en los pronósticos. Con los 42 ml que cayó seguimos bien y esperamos que en los próximos días caiga más lluvia”, añadió. Desafíos Productores de Itapúa reportan que el clima representa un desafío debido a los granizos que cayeron y que, además, los cultivos están siendo atacados por caracolitos, lo que demanda una rápida acción para evitar pérdidas. En algunos casos se recurrió a la resiembra. 

Por su parte, el productor sampedrano Víctor Penayo indicó que el atraso de la siembra propició el rebrote de malezas en las parcelas. “En mi caso, realicé el desecado esperando sembrar entre el 28 de septiembre al 10 de octubre, pero no pudimos por la sequía. Alcanzamos el 30% con la primera lluvia, luego fueron entre 10 a 15 días sin lluvias en los que brotó maleza, entonces el personal realiza carpidas. Es un problema, pero tiene solución”, detalló. 

También señaló que los retrasos de siembra afectarán el ciclo de siembra de la zafriña y los productores se enfrentarán a una difícil decisión en relación a qué cultivar. Aunque las lluvias llegan en distintos niveles, los productores se mantienen positivos y refuerzan el trabajo para obtener un buen rendimiento tanto en calidad como en cantidad.