Itaú corrige a la baja pronóstico de inflación

Publicado en fecha 22-08-2023
Una inflación menor a la esperada nos llevó a reducir nuestro pronóstico de inflación para el cierre de 2023 a 4,2%, desde 4,8% en nuestro escenario anterior, señala el análisis de coyuntura económica del Banco Itaú. En este contexto, la estimación de tasa de política monetaria para fin de año ahora se ubica en 7,25% (anteriormente esperábamos 7,50%).

Los indicadores adelantados apuntan a una nueva expansión secuencial de la actividad en el segundo trimestre del 2023. Mantiene la previsión de crecimiento del PIB del 5,6% para 2023, que refleja principalmente la normalización del sector primario tras una fuerte sequía en 2022.

El IPC mensual se mantuvo estable en julio (desde el 0,7% del año anterior y la mediana de cinco años del 0,5%). La principal presión a la baja fue de las frutas y verduras volátiles y una caída en los precios de los combustibles, como en las dos publicaciones anteriores del IPC.

El IPC subyacente X1 (excluye frutas y verduras, precios de servicios regulados y combustibles) se ubicó en 0,3% (desde 0,7% hace un año y una mediana de cinco años de 0,6%). Sobre una base interanual, la inflación general cayó a 3,5% en julio (desde 4,2% en junio), mientras que el IPC subyacente X1 cayó a 5,6% (desde 6,0%). Asimismo, las expectativas de inflación para 2023 disminuyeron a 4,5%, desde 5,0% en la encuesta anterior del banco central.

El impulso de la actividad siguió siendo positivo, aunque se suavizó en el margen en junio. El índice de actividad (IMAEP) aumentó 4,6% interanual en junio (desde 7,2% en mayo), llevando la tasa anual trimestral a 6,2% en 2T23 (desde 6,1% en primer trimestre del 2023).

La actividad estuvo sustentada por la producción agrícola, la generación de electricidad (reflejando una mejora en el caudal del río Paraná), los sectores de servicios y la manufactura. Sin embargo, la construcción y la producción ganadera frenaron el crecimiento general de la actividad.