El desarrollo sostenible del sector agropecuario genera más oportunidades para aumentar la escolaridad y la profesionalización del talento humano empleado en el campo.

La cantidad de productores sin estudios primarios, entre el 2008 y el 2022, disminuyó a 11.099, lo que representó un 27,3 % del total, según datos relevados por el Censo Agropecuario Nacional. Se observó una diferencia de 4.174 productores que accedieron a la escolaridad en el periodo analizado, con mayor incidencia del segmento masculino.

Del total de residentes en finca, 4.055 productores cuentan con formación en Bachillerato Técnico Agropecuario, con un salto del 121 % frente a los 1.835 registrados en el 2008. El segmento de mujeres creció un 334,4 % y el masculino un 81,7 %. 

La cantidad de productores con formación universitaria o superior no universitaria creció un 220 %, pasando de los 4.589 graduados en el 2008 a 14.684 en el 2022, con una significativa participación femenina que aumentó en un 369,7 %. Unos 14.414 residen en la Región Oriental y 270 en la Región Occidental.

“Una de las razones de este aumento, probablemente sea que en este periodo hubo un aumento en el nivel económico de los productores y eso permitió el acceso a distintos niveles de educación para sus hijos”, comentó el ing. Santiago Bertoni, ministro de Agricultura y Ganadería.

“Vemos aumentos importantes en la escolaridad y en otros niveles de formación terciaria y universitaria, lo que también es reflejo de que las políticas aplicadas por distintas instituciones para mejorar la educación tuvieron su efecto”, dijo Bertoni.

Refirió que este crecimiento es un indicador del avance económico y también se ve reflejado en la mayor tendencia a la mecanización, el uso de tecnología y la predisposición de ir mejorando las condiciones de producción. Esto, a su vez, repercutió en el desarrollo y crecimiento de las fincas.

“Más tecnología e innovación es más educación”, afirmó. 

“Sin dudas, se denota un importante interés de los jóvenes en su formación académica y llama gratamente la atención el interés particular que tienen las mujeres en su formación, con tasas de crecimientos que superan a las de los hombres”, comentó el ing. Agr. Ronald Dietze, rector de la Universidad San Carlos (USC).

Para Dietze es importante entender que la producción agropecuaria-forestal, y sus agronegocios, en particular, entran en un paulatino escenario de complejidad, dado el crecimiento de la población y la inelasticidad de la oferta de tierra, lo que obliga a contar con personas con pensamiento crítico y preparadas para desenvolverse exitosamente ante esta situación. 

“Pareciera que en el estamento juvenil existe un mayor reconocimiento y concienciación de esta complejidad creciente y busca prepararse académicamente”, agregó.

Explicó en la USC también se observa un aumento en la cantidad de estudiantes, tanto hombres como mujeres, del área de las ciencias del agronegocio. En este marco, recordó que tienen un compromiso enorme y la responsabilidad de sacar profesionales pensantes que puedan desenvolverse competitivamente en el mundo productivo, económico, social y ambiental.

“Se debe contar con una institucionalidad acorde a los tiempos actuales, con profesores con muchos conocimientos y con la vocación de transmitir su sabiduría y  conocimientos, promover la investigación, innovación, la aplicación y enseñanza de valores positivos”, añadió.