Continúa la cosecha de maíz zafriña en distintos puntos del país con niveles de  rendimiento disparejos. Pese a los buenos resultados, la caída sucesiva de los precios afecta a los productores.

“Estamos cosechando algunas parcelas y logramos cerca de 3.500 kilos por hectárea, aproximadamente. Salieron menos de lo esperado porque fuimos atacados por la cigarrita”, mencionó Julio Chilavert, productor de San Pedro. 

Estima que la cosecha se extenderá hasta la quincena de agosto debido a los atrasos en la siembra y la dinámica de trabajo. Recordó que el clima contribuyó a un buen desarrollo de las semillas y en la actualidad reciben lluvias cada 15 o 22 días.

Por su parte, Mariela Ibarra, quien produce maíz junto con su marido Alejandro Colmán, dijo: “Nuestro maíz salió muy bien, algunas parcelas ya están terminadas, para otras estamos esperando la cosechadora. Lastimosamente el precio está muy bajo, no nos ayuda”.

Mariela recordó que deben cubrir costos de lo cosechado y del flete, y recuperar inversiones en insumos para la producción, pero el precio actual no les ayuda. “No nos alcanza, porque está en G. 700”.

Pese a la coyuntura en los precios, este matrimonio no baja los brazos y ya están plantando de vuelta sus semillas para poder vender el maíz en choclo y ponen la mirada en la próxima siembra de soja. 

Los productores de San Pedro también se enfrentan al desafío de la inseguridad y los constantes robos. “Tengo 20 años de experiencia, pertenezco a la tercera generación trabajando en el sector agrícola-ganadero y he visto cómo en los últimos 10 años muchos pequeños y medianos productores dejaron de cultivar maíz porque hay mucha inseguridad y mucho robo”, comentó Víctor Penayo, agricultor de la zona.

Otros en San Pedro coinciden en que es difícil estimar los rendimientos por hectáreas ya que la gente ingresa en grupos para robar las mazorcas, ya desde la época de choclo, y llevan en grandes cantidades para venderlas en el mercado o a otros comerciantes.

Para menguar esta situación, los propietarios deben contratar personal de seguridad, en promedio 4 personas, quienes reciben salarios en torno a los G. 3.500.000, y este monto representa un sobrecosto que se suma a la compra de insumos, servicios de recolección y transporte, pago de impuestos y otros gastos e inversiones.

Explicaron que para lograr más y mejor producción compran semillas híbridas que tienen un costo significativo e invierten en fertilizantes y cuidados, además, para quienes poseen maquinarias, deben contratar personal y combustible o, en caso contrario, se suma el alquiler de las mismas y el servicio de transporte.

Finalmente, reiteraron que, al precio actual, es un desafío cubrir todos esos gastos de producción, posiblemente se logre empatar.

Desde el campo ven los resultados de su trabajo en una producción mayor y de mejor calidad, y se mantienen positivos, esperando que la situación de mercado mejore. 

"Después del año pasado, que fue terrible para la soja, el maíz con un rendimiento prácticamente récord fue el que ayudó a amortiguar la pérdida de la soja", comentó el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción en entrevista con la 650 AM.

Agregó que los rendimientos están mejor de lo que se esperaba, se aguarda a que culmine la cosecha para conocer los números finales. "Hay un clima positivo en el campo", añadió.