El sistema financiero en Paraguay debe resolver desafíos y ganar confianza para crecer y ser más competitivo

Publicado en fecha 23-07-2021
El sistema financiero en el Paraguay ha demostrado una gran resiliencia, enfrentando los desafíos que surgieron durante la pandemia de Covid-19, pero necesita resolver varios problemas para ganar la confianza de los emprendedores e inversionistas, para poder crecer y ser más competitivos, coincidieron los expositores del panel "Finanzas, Clima de Inversiones y Lavado de Dinero”, desarrollados en la primera edición de #CompetitividadParaguay, organizado por la Fundación Paraguaya.

En el primer debate participaron Alvaro Acosta, director de Investor, Casa de Bolsa; Carmen Pereira, directora de la Unidad de Análisis Financiero de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD) y Beltrán Macchi, presidente de la Asociación de Bancos del Paraguay. Fue moderador el periodista Luis Bareiro.

“En medio de las restricciones que nos trajo la pandemia, el sistema financiero ha demostrado una resiliencia y una adaptación importante, las regulaciones también acompañaron la necesidad de los clientes del sistema financiero de reacomodarse a lo que significó esta crisis”, indicó Beltrán Macchi.

Hubo una reducción importante en los flujos de ingresos de amplios sectores de la población, pero el sistema acompañó refinanciando o reestructurando deudas, indicó el ejecutivo bancario. Mejorar el sistema de banca digital resultó clave y resolvió problemas importantes, destacó. “El sistema está fuerte, se han fortalecido instituciones, como el Fondo de Garantía de Créditos a las MyPymes, que llevaba años sin funcionar, pero en medio de la pandemia se puso en marcha y pudo responder, aunque hay desafíos de una mayor inclusión, bancarización y formalización de la economía”, sostuvo Macchi.

El panelista dijo que los niveles de morosidad de los clientes durante la pandemia fueron normales, aunque hay sectores que fueron más afectados que otros. En los indicadores microeconómicos hay sectores que ya arrastraban problemas desde antes, pero que durante la crisis resultaron más golpeados.

Carmen Pereira, de Seprelad, coincidió en que se notó la resiliencia del sistema financiero. “Sin embargo, no podemos decir que se han mantenido los estándares en materia de fiscalización, porque todo lo que trajo la pandemia, con el aislamiento social, impidió o dificultó más ejercer los controles, ya que los clientes no podían acercarse a llevar cierto tipo de documentación. Eso hizo que nos replanteemos la manera en que el cumplimiento podría ser útil. Todo el sistema de fiscalización y especialmente de sistema antilavado de dinero y anti financiamiento del terrorismo tuvo que acompañar también la resiliencia de los sistemas, para poder entender la coyuntura”, explicó.

“De buenas a primera, fue difícil el control. Tuvimos que reajustarnos tecnológicamente, buscando las herramientas para acompañar al sistema financiero, tuvimos que establecer prórrogas, volvernos flexibles y establecer esa flexibilidad como una regla”, agregó Pereira. 

Álvaro Acosta indicó que en situaciones de crisis como el que supuso la pandemia, los inversores de capital suelen mostrarse temerosos de mover su dinero, lo cual se notó sobre todo al inicio. Luego, las principales inversiones se dirigieron más a negocios seguros, buscando no asumir riesgos.

“En el Paraguay, hay poca cultura del emprendedor de asumir riesgos para buscar socios inversores. Al mismo tiempo, hay escasa información para los inversores. Todavía hay pocos datos compartidos, lo que no contribuye a generar confianza para mayores inversiones. El Estado tiene los datos, pero no son abiertos, no son suficientemente compartidos. Ese es uno de los desafíos a vencer” indicó. 

Para Acosta esta es una cuestión cultural, de evolución del mercado, que se debe ir superando en la etapa pos-COVID. “Nuestro mercado es de crecimiento. Debemos dar tiempo a que la gente se vaya acostumbrando a invertir, a tener más información. En las dos puntas: la del emprendedor y el inversor hay poco conocimiento de cómo unirse. La Bolsa de Valores es un actor importante y clave para unir a esas puntas”, enfatizó.

Beltrán Macchi señaló como algunos de los problemas que se deben resolver para ganar mayor confianza de los inversores y ser competitivos, la necesidad de aumentar y centralizar la recolección de datos e informaciones sobre el sistema financiero, de manera abierta y transparente, mostrar más seriedad política en la elaboración de leyes, brindar seguridad jurídica desde el sistema de Justicia, y principalmente resolver un mejor control de las fronteras, evitando los territorios liberados con total impunidad para el contrabando y el narcotráfico.

“Hay situaciones que se deben resolver, como las irregularidades con el catastro de tierras, principalmente de las propiedades en el sector rural. No se puede permitir que las invasiones sigan siendo la única manera de que muchos campesinos puedan acceder a la tierra. Hay instituciones que superponen sus funciones y dificultan normalizar el registro y las titulaciones de tierras. Hay más títulos de propiedades que las tierras que existen en la realidad. Un proceso de titulación de tierras demora meses y una sucesión judicial sobre una propiedad llevas fácilmente cinco años, son cuestiones que constituyen un freno a las inversiones”, destacó.

Los panelistas coincidieron en que la presión tributaria en el Paraguay no es un problema para las inversiones, aunque también el sistema tiene algunas cuestiones que se deben resolver. 

Alvaro Acosta apuntó que la Comisión Nacional de Valores tuvo un crecimiento importante y es un actor clave para este proceso de mayor competitividad. Demandó que debe tener más presupuesto y poder trabajar con mayor independencia, ya que actualmente es un apéndice del Ministerio de Industria y Comercio, que decide el nombramiento de sus autoridades.

En forma coincidente, los panelistas reiteraron que el sistema financiero paraguayo supo resistir los embates de la pandemia, pero requiere resolver los requerimientos de los distintos sectores para ganar competitividad.

La idea fue igualmente expresada por Martín Burt, director ejecutivo de la Fundación Paraguaya, en su mensaje de apertura de las jornadas: “Necesitamos que el sector público, sector privado y la sociedad civil se sienten a reflexionar sobre cómo salir adelante juntos. Nadie puede solo y unidos podemos. Las posibilidades son infinitas”.