A 4 años de la intervención de las tasas de interés cobradas por las tarjetas de crédito a través de una Ley, no se cumplió con el objetivo de proteger de las tasas elevadas a los de menor poder adquisitivo de la población. Muy por el contrario, los expulsó del sistema financiero formal, ya que los que quedaron excluidos del sistema tuvieron que recurrir a las casas de crédito.

De una tasa de interés cercana al 50% que se pagaba, al utilizar las tarjetas de crédito, los afectados con la eliminación de las líneas de bajos montos de los bancos, estos consumidores pasaron a pagar tasas de interés de alrededor del 85 al 100%, con usureros y casas de crédito, que no tienen regulación de la Superintendencia de Bancos.

La cartera de crédito de tarjetas está a un nivel inferior que hace 4 años atrás, momento en que se aprobó la Ley que pone límite a la tasa de interés que los bancos podían cobrar. Al cierre de octubre de este año la cartera de tarjetas se ubicaba en 2 billones 842.439 millones de guaraníes, frente a una cartera de 2 billones 912.749 millones de guaraníes alcanzada en setiembre del 2015.

El número de usuarios de tarjetas de crédito también se ha reducido significativamente, debido a que a octubre de este año existían 859.523 tarjetas en los bancos, mientras que al cierre de setiembre del 2014 llegaba a 957.794 plásticos.

Al final, al regular las tasas de interés de las tarjetas, lo único que se logró fue debilitar el negocio en el sistema y afectar el consumo, teniendo en cuenta, que además de la desaceleración de la economía otro de los factores de la reducción del consumo fue la regulación de las tarjetas.

Es lo que se logra cuando legisladores de paupérrima formación aprueban una ley financiera, sin la opinión, ni intervención del Banco Central y de gente entendida en la materia, con el único fundamento populista de proteger a los más desfavorecidos económicamente, a quienes se terminó por perjudicar más.

 Actualmente, existe otro proyecto, que había presentado el diputado Carlos Núñez Salinas, para volver a liberar las tasas de interés y así contribuir con la reactivación del consumo.