Formalizar e institucionalizar el voluntariado a través de un marco regulador para mejorar la calidad de los servicios voluntarios en todas sus modalidades, es uno de los elementos esenciales del Proyecto de Ley de Voluntariado, elaborado por representantes de 27 organizaciones de diferentes sectores de la sociedad civil. El documento cuenta con media sanción en la cámara de Diputados.

Esta ley permitirá, reconocer los deberes, derechos y obligaciones de voluntarios y las organizaciones, hacer visible a los voluntarios como agentes de cambio, fomentar la integración y la inclusión del voluntariado en todo el país, como también así, estimular el servicio voluntario desde todos los sectores.

Contempla además la creación de un Consejo Nacional de Voluntariado, que será responsable de promover la política nacional de voluntariado, como una institución pública, con autonomía funcional y autárquica presupuestaria, de composición mixta, como organización dependiente de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP).

El proyecto de Ley de Voluntariado actualmente se encuentra en la Comisión de Legislación y Codificación de Justicia y Trabajo de la Cámara de Senadores, por lo que esperan sea tratado próximamente.

Un breve análisis sobre la situación actual al respecto, denotan que más de 15 países de la región cuentan con una legislación en el ámbito, si bien es cierto que en Paraguay siquiera hay un registro oficial, hay una referencia general de la existencia de voluntarios en diversas organizaciones, nacionales y extranjeras, que han contribuido notablemente en el desarrollo del país, por lo que consideran oportuno de contar con una ley.

Tal es así, que un grupo de personas de varias organizaciones inició el proceso de elaboración del referido documento, hace más de cuatro años, con el apoyo de profesionales del ámbito jurídico y de referentes de voluntariado nacional e internacional.

El último informe del programa de Voluntariado de las Naciones Unidas (VNU) – ONU Voluntarios, sobre voluntariado a nivel mundial del 2015, refiere “que la capacidad de los voluntarios para apoyar los progresos en materia de desarrollo depende de que los gobiernos nacionales estén dispuestos a facilitar espacios y entornos propicios que favorezcan su participación y sus iniciativas”.

Dicho informe, señala igualmente, que “el voluntariado puede adquirir cada vez más importancia como vehículo de expresión de las personas que forman parte de comunidades excluidas o marginadas, y como medio de acceso a los servicios, los recursos y las oportunidades que necesitan para mejorar su vida”.

La STP apuesta fuertemente a la promoción del voluntariado para la construcción de procesos de desarrollos en el Plan Nacional de Reducción de Pobreza Sembrando Oportunidades, que a su vez se alienan a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo Paraguay 2030 (PND 2030).

Institucionaliza actualmente sus acciones con la implementación del primer programa nacional de voluntariado profesional y servicio cívico AROVIA con la incorporación de voluntarios profesionales en comunidades vulnerables de seis departamentos del país y en Capital.

El voluntariado es una herramienta que contribuye a formar un capital social para lograr una sociedad efectivamente solidaria, libre y equitativa. Es considerado actualmente como una herramienta social fundamental para el desarrollo nacional y mundial, representando incluso el 2% del Producto Interno Bruto en algunos países de la región.