Son cuatro los temas que llevará a las Reuniones de Primavera el Fondo Monetario Internacional (FMI) esta semana: la fuerza que está ganando el crecimiento mundial; las alternativas para distribuir mejor esta expansión, vía productividad; el efecto multiplicador del comercio, y el impacto económico del envejecimiento poblacional.

De acuerdo con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, abordar estos temas requiere una estrategia de tres pilares, que consisten en la combinación adecuada de medidas fiscales, monetarias y estructurales.

Ante economistas del think tank Bruegel, enfatizó que la productividad se puede acelerar favoreciendo la investigación y el desarrollo de tecnologías.

Esta medida provocará un crecimiento más vigoroso, más duradero, mejor repartido y más resistente, aseguró.

Como se ha hecho costumbre una semana antes de las Reuniones, la funcionaria delineó las preocupaciones y estrategias que propondrá a los 189 miembros asistentes a las reuniones, en un evento ajeno al propio organismo.

La funcionaria admitió que la tecnología ha sido el origen de la caída del ingreso de los trabajadores poco calificados, lo que evidencia que se debe reorientar la educación y el entrenamiento de los trabajadores para aprovechar las nuevas tecnologías y participar de su desarrollo. El discurso fue divulgado en línea por el propio FMI.

Luego, destacó que el PIB mundial ha ganado fuerza tras seis años de “decepcionante crecimiento”, lo que trae consigo la promesa de más empleos, mayores ingresos y prosperidad.

La funcionaria defendió las ganancias que ha traído el comercio, la atracción de nuevas tecnologías y la integración de cadenas productivas mundiales benéficas para economías avanzadas y emergentes.

Admitió que mientras no se exponga claramente que no es el comercio lo que minó la productividad de las naciones, sino sus políticas públicas mal dirigidas, el proteccionismo seguirá rondando como amenaza al crecimiento económico. Expresó que un modo para atajarlo es la cooperación internacional.

Después, explicó que las economías avanzadas y emergentes enfrentan el reto del envejecimiento de la población, al considerar que las políticas públicas mal diseñadas están poniendo en riesgo a las generaciones futuras. Hizo un llamado a consolidar las finanzas públicas y desarrollar mecanismos de ahorro que garanticen los ingresos de la población cuando ya no esté en edad productiva.