Arabia Saudita no quiere depender más del Petróleo

Publicado en fecha 09-05-2016
Arabia Saudita lleva la marca de ser un país petrolero por excelencia, pero eso está por cambiar. La visión de la monarquía del país del Oriente Medio es que, para el 2020, ya no dependan del crudo y tengan el fondo soberano más grande que haya existido.

Mohamed Bin Salman, príncipe heredero al trono, anunció que Arabia Saudita buscará transformar e incrementar su fondo soberano a 2 billones de dólares. En este momento, el fondo más grande lo tiene Noruega y cuenta con 870,000 millones de dólares.

Para dotar de recursos al fondo y cumplir la meta que se trazó Arabia Saudita -dejar a un lado su dependencia del petróleo-, existe Aramco, la compañía petrolera más importante del mundo.

Saudi Arabian Oil Company (Aramco), propiedad del gobierno saudita, valorada en 2 billones de dólares, cinco veces más que Apple, y produce por día alrededor de 12 millones de barriles de petróleo. Petróleos Mexicanos (Pemex) produce 2.2 millones de barriles diarios.

En el 2017

Según el príncipe Salman, el próximo año se pondrá a la venta en el mercado accionario 5% de la compañía, con lo que sería suficiente para romper el récord de la mejor Oferta Pública Inicial (OPI) que está en manos de Alibaba. En septiembre del 2014, Alibaba, empresa dedicada al comercio por Internet, logró una OPI de 25,000 millones de dólares.

Pese a tener el plan y la visión, Arabia Saudita se enfrenta a dos problemas principales para llevar a Aramco al mercado: el panorama de los precios del petróleo y que la empresa pertenece al Estado.

“El panorama para el mercado del crudo seguirá complicado, sobre todo, porque no se ve que los principales países petroleros vayan a llegar a un acuerdo pronto para fijar la cantidad de petróleo que se está produciendo”, explicó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.

Banco Base estima que el precio del petróleo seguirá fluctuando entre los 30 dólares y los 60 dólares por barril, como precio máximo.

El otro problema es la similitud que existe entre Aramco y empresas estatales como Pemex y Petróleos de Venezuela (PDVSA), petroleras que destinan gran parte de sus ganancias a las entidades de Hacienda de sus países. Arabia Saudita obtiene más de 70% de sus ingresos por la venta de crudo.

La salida a Bolsa de Aramco puede llevar tiempo porque, aunque es un empresa atractiva, hay que considerar “las condiciones del mercado del petróleo y que no es una empresa pública y para su debut en Bolsa se tiene que preparar”, dijo Rafael Camarena, economista de Santander.

Arabia Saudita se ha tomado en serio dejar de ver al petróleo como su principal fuente de ingresos y se prepara para ir por la OPI y el fondo soberano más grandes del mundo.