Lagarde propone crear una “red mundial de protección financiera”

Publicado en fecha 05-02-2016
Tanto las economías emergentes como las avanzadas podrían considerar el uso de políticas fiscales para ordenar la volatilidad inherente a los flujos globales de capital (capitales golondrinos), sugirió la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

En un discurso ante estudiantes de la Universidad de Maryland, precisó que la deducción de intereses sobre estos capitales puede ser una alternativa para ir creando una “red mundial de protección financiera”.

Al hablar sobre el papel de las economías emergentes en la nueva sociedad global para el crecimiento, comentó que el contexto de volatilidad mundial actual evidencia la necesidad de generar estas redes que permitan en el futuro el acceso a los recursos financieros, incluso en momentos de crisis e inestabilidad asimétrica.

Ahí abundó que se podrían restablecer las líneas de intercambio de divisas entre bancos centrales, como las vigentes entre el 2008 y el 2013, las líneas swap, que favorecen la liquidez en todas las divisas, en los territorios donde existen estos acuerdos.

Incluso sugirió ampliar estas líneas de intercambio swap entre bancos centrales de economías emergentes, avanzadas y el propio FMI, como una garantía adicional de liquidez, una propuesta que, anticipó, llevará a los 188 países miembros, “en los próximos meses” (esto podría darse durante las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial a realizarse en abril próximo).

Emergentes, 60% del PIB mundial
En ambos eventos, Lagarde afirmó que el desempeño de las economías emergentes es determinante para el Producto Interno Bruto (PIB) mundial, pues aportan 60% de la producción.

Dijo que una caída de un punto del PIB en los emergentes reduce dos décimas a la capacidad de crecimiento de los avanzados y da lugar a más disparidad social y económica, lo que, en el extremo, abre la puerta al populismo y al desorden social.

Advirtió que, en este contexto, las economías pueden caer en proteccionismo, lo que de ninguna manera favorece al crecimiento y resulta contrario a las medidas que requiere hoy la actividad mundial.