La deuda mundial rebasará el 100% del PIB en el 2029, afirma el FMI

Publicado en fecha 16-10-2025
El Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta del sobreendeudamiento mundial, que superará el 100% del PIB global antes de que termine esta década y señala a Estados Unidos, Japón o China como las economías con mayor riesgo.

La deuda global superará el umbral del 100% del PIB global antes de que acabe esta década, el nivel más alto registrado desde 1948. Y con los tipos de interés estructuralmente más altos que antes de la pandemia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insta a los gobiernos a "gastar mejor" para seguir invirtiendo en educación, infraestructuras e I+D sin hipotecar más a las futuras generaciones.

El organismo liderado por Kristalina Georgieva lanzó esta advertencia durante la presentación de su último Monitor Fiscal. Al FMI le preocupa EU, la mayor economía del mundo, y también la más endeudada en términos absolutos. Respecto a su PIB, su pasivo hoy supone el 125%, pero se prevé que alcance el 143% antes de que termine la década.

Pero no está solo. En el club formado por los países con una deuda por encima del 100% de su PIB también figuran Reino Unido, Francia, Italia, Canadá o Japón, que son quienes afrontan los retos más serios sobre la sostenibilidad de sus finanzas públicas. China debutará el año que viene, justo al mismo tiempo en el que el FMI confía en que España lo abandone. La tendencia del gigante asiático es preocupante, en la medida en que su deuda seguirá escalando hasta superar el 116% en 2030.

Entre los peores figura Japón, con un pasivo que representa el 229% de su PIB a día de hoy, y con pocas probabilidades a medio plazo de revertir esta tendencia, según las previsiones que maneja el FMI.

Pese a la llamada de atención, el FMI insiste en que todavía hay margen para revertir la situación, y se muestra convencido de que hay fundamentos sólidos para confiar en que gracias a una reasignación inteligente del gasto se puede elevar el PIB de forma sostenida a largo plazo.

No es tarde para hacer cambios. El FMI animó a los gobiernos a reorientar el gasto hacia capítulos de crecimiento potencial. Sugiere que desplazar de manera permanente un 1% del PIB de la partida de consumo público corriente (por ejemplo, gasto administrativo) hacia inversión en capital humano puede aumentar el crecimiento a largo plazo en torno a un 3% en economías avanzadas.

Por otra parte, el FMI también estima que la "brecha de eficiencia" media del gasto en economías avanzadas ronda el 31%. Eso implica que con el simple hecho de ser más eficiente a la hora de gastar en compras públicas o en gestión de la inversión, se podría obtener entre un 30% y un 40% más "valor por el mismo dinero", sin aumentar el gasto total. Reducir esas ineficiencias añadiría alrededor de 1.5 puntos de PIB adicional a en los países avanzados.

El cambio de ciclo global en política monetaria —con un coste de financiación superior y más incierto— hace que el servicio de la deuda vuelva a ser una partida "que presiona" sobre los presupuestos. En este contexto, el FMI instó ayer a los gobiernos a reconstruir sus colchones fiscales cuanto antes para estar preparados ante la más que probable aparición en cualquier momento de shocks impredecibles.

Aunque el organismo multilateral insiste en que la deuda pública está creciendo a un ritmo mucho más rápido que lo que se previa antes de la pandemia, también recuerda que hay países que están logrando avanzar por la senda contraria, si no siempre en términos absolutos, sí en cifras relativas.

De hecho, el número de países con una deuda pública inferior al 60% del PIB aumentó a más un centenar en 2021 y se prevé que siga creciendo. Sin embargo, se trata de economías más modestas que en conjunto no superan una participación en el PIB mundial del 30 por ciento.

Por el contrario, y aunque el FMI estima que el número de países con una deuda superior al 100% disminuirá de forma constante en los próximos cinco años, proyecta que su participación en el PIB mundial aumente, liderados por EU, China, Canadá o Japón, entre otros.

Coste de la deuda
"Más allá de la coyuntura actual, los riesgos fiscales son elevados. La dinámica de la deuda pública ha cambiado drásticamente en los últimos años: no solo importa el tamaño de la deuda, sino también su coste", según palabras de Vitor Gaspar, director del área de asuntos fiscales del FMI.

El coste de la deuda se ha elevado. Más allá de los cambios propios en política monetaria, cada vez más divergentes en la geografía mundial, el organismo plantea un escenario constante con unos tipos de interés estructurales más altos que hace años (cuando por ejemplo, llegaron a cero e incluso a ser negativos, durante la pandemia).

"El aumento de los costes de financiación ya está ejerciendo presión sobre los presupuestos públicos", según Gaspar. Las valoraciones de los activos financieros "están al límite", los riesgos para la estabilidad financiera son considerables y la posibilidad de propagación a través de ciclos de retroalimentación fiscales y financieros adversos es particularmente preocupante.

Además, en el informe del FMI también se apunta a que los inminentes gastos en defensa, desastres naturales, tecnologías disruptivas, demografía y desarrollo aumentan las demandas de gasto público.