Finanzas sostenibles como herramienta de presión para la producción

Publicado en fecha 21-08-2023
El ing. Alfredo Molinas, asesor agroambiental de la Unión de Gremios de la Producción, realizó un análisis técnico acerca de la propuesta de finanzas sostenibles y cómo afecta al productor agropecuario en su día a día. Los bancos pueden ofrecer productos “sostenibles” - afirma Molinas-, pero de ninguna manera se pueden considerar “bancos sostenibles”. 

Únicamente presionan al productor para adoptar exigencias extranjeras, y eso debe terminar. Señaló que los bancos quieren asumir funciones ambientales del Estado paraguayo. 

“¿Será que la agricultura familiar conoce o llega a las finanzas sostenibles y los bancos les promocionan como fondos verdes y ambientalistas?”, se cuestiona el profesional, y propone los siguientes puntos para analizar el tema: 

1. Son los clientes productores quienes asumen los Artículo del ing. Alfredo Molinas 03 riesgos e invierten para cumplir con las obligaciones impuestas bajo el supuesto de guías ambientales y sociales o los SARAS (Sistema de Riesgo Ambiental y Social), creados por el Banco Central del Paraguay (BCP). 

2. Las entidades bancarias funcionan para generar ganancias, no para invertir en cuestiones ambientales o sociales. “Hay cierto engaño en decir que uno promueve finanzas sostenibles, pero le preocupa más los intereses de los créditos que el propio medioambiente y las cuestiones sociales”, sostiene Molinas. Mencionó que, al realizarse un análisis de riesgo, tanto el BCP como las entidades bancarias hacen un análisis limitado de riesgo social y ambiental, abarcando únicamente a ciertos sectores y productos financieros agropecuarios. “Por ello, sostenemos que todo esto fue creado como herramienta de presión al productor, a la industria de alimentos del Paraguay y genera un alto riesgo para pequeños y medianos productores, a los cuales se los clasifica como de riesgo mayor”, agregó. 

3. El greenwashing (término que hace referencia a la simulación de prácticas amigables con el medioambiente para mejorar la imagen empresarial sin realizar verdaderas acciones en sus prácticas) puede ser visto en las políticas promovidas por el BCP como en las de los bancos privados. 

“Cuando los bancos mencionan las palabras verde o sostenible en su comunicación y marketing no explican cuáles son las bases de esa sostenibilidad, ni presentan informes que demuestren medidas claras que respalden estas afirmaciones. Además, hay un enfoque selectivo hacia el sector productivo y se ignoran completamente otros sectores que también tienen impactos ambientales significativos”, resaltó.

 4. El sistema operativo de los bancos llega a contradecir lo que pregonan. “¿Será que todos los bancos tienen sus licencias ambientales con sus respectivos planes de gestión ambiental y que los cumplen?”, cuestionó Molinas, y recordó que en muchos casos construyen sus edificios sobre los arroyos, casi sin respetar las márgenes de protección de los cursos hídricos. 

En lo social, dijo que los bancos despiden jóvenes por el solo hecho de estar llegando a los 10 años de antigüedad y por adquirir estabilidad laboral privada.

 â€œÂ¿Cómo se cumplen indicadores sociales de sostenibilidad adoptando estas políticas de no aceptar la estabilidad de los trabajadores?”, mencionó. 

Conclusión El BCP debe rever su decisión de la Resolución N.° 8, actuar en forma urgente para modificarla y volverla un instrumento de medición de sostenibilidad. 

Esto evitará su uso como un instrumento para imponer sanciones financieras, crear sitios de riesgos productivos y zonas de conservación donde no puede haber financiamiento agrícola y otros. 

“Debe ser voluntaria y ya no más de cumplimiento obligatorio porque, bajo la excusa de esta resolución, la banca privada se extralimita y exige más cosas, y con esta situación lo único que se hace es perjudicar a la producción agropecuaria, que es el principal motor de la economía y de la dinámica de recuperación del Paraguay luego de momentos tan apretados ocasionados por el contexto internacional”, explicó. 

La modificación permitirá que los bancos privados sigan comercializando productos sostenibles, pero ya lo harán bajo sus propios conceptos y no ejercerán una presión injusta hacia los productores, a quienes también se les pide que adopten prácticas extranjeras que no son sostenibles para nuestro país. 

“Esto debe acabar y el BCP será responsable si esto termina transformándose en un enfoque encubierto para limitar la producción de alimentos del Paraguay y adoptar tendencias extranjeras que no son ideales para el país”, finalizó. 
Fuente: blog Alfredo Molinas.

Les compartimos la revista especial por los 10 años del Consejo Paraguayo de Construcción Sostenible.

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