Pepitone explicó aspectos de la transición energética que está aconteciendo en el Brasil, en ese sentido destacó que Paraguay ya tiene el 100% de su sistema eléctrico con energía limpia y renovable; mientras que en Brasil el 84% es energía renovable, por lo que representa un desafío muy importante ampliar esta capacidad instalada debido a la extensión territorial que posee. “Nuestra transición energética acontece por medio de cuatro fuentes de generación; la primera es la biomasa. Tenemos el bagazo de la caña de azúcar como combustible de centrales térmicas que producen energía limpia”, señaló.

Agregó que actualmente, 17.000 MW de la potencia instalada es biomasa. Después están las usinas eólicas, que penetraron en el país en los últimos 20 años. ‘Hasta el año 2000, Brasil estaba compuesto en un 85% de su parque eléctrico con hidroeléctricas, pero, en 2001 se tuvo un problema grande con la falta de lluvias y a partir de ahí fue una decisión de Estado diversificar la matriz”, puntualizó el diirector financiero de la Margen Izquierda.

“Actualmente estamos con 23.000 MW de potencia instalada en eólicas, que es un 12% de toda la capacidad del país”, remarcó.

En tercer lugar, comentó, están las fotovoltaicas, que se gestionan de dos maneras, centralizada, que son unos 6.800 MW, y la distribuida, que está creciendo en forma muy acelerada. “Tenemos cerca de 1.400.000 consumidores en el Brasil generando su propia energía fotovoltaica, que equivale a unos 14.000 MW. Si sumamos las dos, tenemos casi 21.000 MW de potencia instalada con energía solar, que representa casi un 20% de la potencia total instalada para el país”, enfatizó.

Pepitone refirió que en cuarto lugar está la energía hidroeléctrica que continúa siendo muy importante en el parque generador y para la transición energética. “Las usinas hidráulicas otorgan seguridad para que las otras energías intermitentes (eólicas y solares) puedan avanzar. Actualmente nuestro país tiene el 55% de su matriz con energía hidroeléctrica”, aclaró.

En cuanto a la importancia de ITAIPU, el director financiero dijo que se trata de un bien estratégico, tanto para  Brasil como Paraguay. “Es un bien común de ambas naciones que tiene una capacidad instalada de 14.000 MW y atiende el 85% de la demanda en Paraguay y el 8% del consumo en el Brasil. Además, es un ejemplo de acciones de sustentabilidad”, recalcó.

Igualmente, indicó que con ITAIPU se demostró que la modificación sobre el ambiente es positiva para la naturaleza, porque se genera una reserva natural para proteger la biodiversidad y, al mismo tiempo, se produce energía limpia, con cero emisión de gases con efecto invernadero, totalmente amigable con el ambiente. Al respecto, resaltó que la producción diaria de la Central Hidroeléctrica ITAIPU sustituye el equivalente a 550.000 barriles de petróleo, evitando la emisión de cerca de 87 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) diariamente.

Remarcó que ITAIPU recibió premios de organismos internacionales por su contribución ambiental; como el otorgado por las Naciones Unidas al programa socioambiental Cultivando Agua Buena, que conquistó el 1º lugar en la categoría “Mejores prácticas en gestión del agua”. Asimismo, la Reserva de Biósfera ITAIPU fue declarada como tal por el Programa Hombre y Biósfera de la UNESCO en junio de 2017.