Modificación genética aumenta el rendimiento de la soja hasta en un 20%

Publicado en fecha 22-08-2022
Los investigadores lograron hacer que la fotosíntesis sea más eficiente en las plantas de soja, en un gran avance que significará que se tendrá que talar menos bosque para dar paso a las granjas.  

La soja que ha sido modificada genéticamente para hacerla más eficiente en la fotosíntesis ha producido rendimientos más del 20 % mayores que la de los cultivos no modificados en ensayos de campo, y sin fertilizante adicional. 

Estos cultivos mejorados ayudarán a reducir la deforestación, las emisiones de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad, así como también beneficiarán la economía de los agricultores en los países de bajos ingresos, para quienes se están creando los cultivos.

 â€œCreemos que funcionará en la mayoría de los cultivos”, dice Stephen Long, de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign. “Estamos trabajando en el caupí y estamos trabajando en el arroz”. Varios equipos han logrado impulsar el crecimiento en plantas como el tabaco mediante la mejora de la fotosíntesis, pero esta es la primera vez que se logra en una planta de alimentos en ensayos de campo, señala Long. 

El trabajo es el resultado de una colaboración global establecida hace 10 años, financiada principalmente por la Fundación Bill y Melinda Gates, que tiene como objetivo aumentar los rendimientos mediante la mejora de la fotosíntesis y hacer que estos cultivos mejorados estén disponibles para los pequeños agricultores en el África subsahariana. Se están explorando varios enfoques, y combinarlos debería producir aumentos de rendimiento aún mayores. 

“Creemos que podríamos obtener un impulso de hasta el 50 %”, resalta Long. “Si eso se pudiera lograr, sería el nivel de la Revolución Verde”. La Revolución Verde se refiere a las principales mejoras de rendimiento logradas en las décadas de 1950 y 1960 gracias a las variedades mejoradas de cultivos y otras tecnologías.

La soja modificada genéticamente tiene mayores rendimientos porque se adapta mejor a los cambios de sol a sombra, y viceversa. 

Cuando una hoja está a pleno sol, absorbe más energía lumínica de la que su maquinaria fotosintética puede manejar. Esto daña las células, a menos que activen un mecanismo conocido como enfriamiento para disipar el exceso de energía. Sin embargo, cuando una hoja está sombreada, el enfriamiento debe apagarse para evitar disipar la energía que podría usarse. 

La mayoría de las plantas de cultivo encienden y apagan el enfriamiento con bastante lentitud y, como resultado, pierden mucha energía. No es seguro por qué es esto, explica Long, pero podría deberse a que los ancestros silvestres de muchos cultivos crecieron en condiciones semiáridas con pocas plantas cerca de ellos.