La reunión de ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del G-20 llevada a cabo en Bali, Indonesia, culminó sin un comunicado conjunto ante la falta de consenso por la guerra en Ucrania.

La problemática obligó a las autoridades económicas del país anfitrión a emitir un comunicado y conferencia de prensa en nombre de todos los miembros.

“A pesar de las difíciles circunstancias a las que nos enfrentamos, el G-20 sigue comprometido con la adopción de medidas concretas para apoyar un crecimiento y una recuperación sólidos, sostenibles, equilibrados e inclusivos”, dijo Perry Warjiyo, gobernador del Banco de Indonesia.

“Los participantes coincidieron en que la reunión tuvo lugar en una situación muy desafiante y difícil debido a las tensiones geopolíticas”, mencionó por su parte la ministra de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati.

Una de las participantes que estuvo en desacuerdo con la asistencia (virtual) de Rusia en la reunión del G-20 fue la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.

La ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland acusó que la participación de Rusia fue absurda y similar a “invitar a un pirómano a una reunión de bomberos”.

“Nos opusimos firme y claramente a la presencia de funcionarios rusos”, dijo en rueda de prensa y señaló que los tecnócratas rusos que trabajan para financiar la maquinaria de guerra del presidente, Vladimir Putin, son cómplices de los crímenes de guerra.

Los funcionarios rusos que participaron fueron el ministro de Finanzas, Anton Siluanov y el viceministro de Economía, Timur Maksimov; la agencia AFP asegura que este último asistió en persona y se quedó en la sala durante las críticas de occidente.

La reunión abarcó la situación económica mundial y sus desafíos como el impacto de la pandemia por Covid-19 y la guerra en Ucrania, la inflación mundial, así como la seguridad alimentaria y energética, que afecta principalmente a los grupos más vulnerables.

Inflación, prioridad absoluta: BIS

El control de la inflación debe ser la prioridad absoluta de los bancos centrales, afirmó el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en un par de documentos de trabajo que presentó a los ministros de finanzas y banqueros centrales que participaron en la reunión del G-20 en Bali, Indonesia.

Los bancos centrales deben llevar las tasas de interés a niveles apropiados y hacerlo de manera rápida y decisiva para evitar que este periodo de inflación se convierta en un ciclo de alta inflación, refirieron al interior del documento titulado “Inflación y el camino a un aterrizaje suave”.

El desafío actual es abordar el problema macrofinanciero y las vulnerabilidades que se han acumulado durante las décadas anteriores.

En el encuentro del G-20, el jefe de investigación del BIS, Hyun Song Shin explicó que para reducir la inflación la tarea es volver a alinear la demanda con la oferta.

Una medida para resolver este desafío es estabilizar la producción y la inflación simultáneamente.