Buenas prácticas agrícolas permiten al productor obtener eficiencia y reducción de costos

Publicado en fecha 11-04-2022
Las buenas prácticas agrícolas pueden reportar beneficios concretos a los productores que deciden implementarlas, como la eficiencia y la reducción de costos, además de abrir puertas a oportunidades de financiamiento, aseguraron profesionales del área durante la charla sobre Producción Sostenible Agropecuaria realizada en el stand de ITAIPU en la Expo Canindeyú, que se realiza en La Paloma.

Las buenas prácticas agrícolas para una producción sostenible constituyen una de las iniciativas que impulsa la Binacional junto con los productores agropecuarios en el territorio de la Reserva de Biósfera ITAIPU (RBI).

Aprovechando la presencia de la institución en la mencionada feria, este miércoles se procedió a socializar los primeros resultados del proyecto denominado Yvyrandu, que se trabaja con productores de Alto Paraná y Canindeyú.

En el contexto actual caracterizado por la suba de los combustibles, las metas para hacer frente al cambio climático y la guerra, la eficiencia y la reducción de costos son una exigencia para los commodities, ya que la fijación de precio no está en manos de los productores, apuntó durante la charla el ingeniero Enrique Molas, de la consultora New Land, que lleva adelante con ITAIPU el proyecto Yvyrandu.

“Ya no es suficiente con asegurar la venta, es necesario aplicar las mejores prácticas internas al momento de la producción, cuidando no solo lo económico, sino también lo ambiental y el aspecto social”, agregó.

Refirió además que las buenas prácticas agrícolas abren posibilidades para el acceso a finanzas sostenibles. Los organismos financieros apuntan a apoyar con créditos a empresas que no deforestan, que cuidan los cauces hídricos, que no impactan en la emisión de gases de efecto invernadero y que trabajan con un enfoque social, es decir, las que precautelan la buena relación a nivel interno y con las poblaciones circundantes.

Puntualmente sobre el proyecto Yvypora, mencionó que se implementa en cinco etapas, comenzando con la identificación y selección de productores, la firma de una carta de compromiso para implementar buenas prácticas agrícolas, el diagnóstico de las fincas, el diseño de un plan de acción y –finalmente- un seguimiento.

Molas sintetizó una serie de inconvenientes que el proyecto permitió identificar, como la importancia del rol de los municipios, del Gobierno Central y de ITAIPU para trabajar en la producción sostenible, ya que se necesita una gobernanza para implementar soluciones integrales.

Para ITAIPU, las buenas prácticas agrícolas representan una oportunidad para evitar la sedimentación de los cauces hídricos que alimentan el embalse, de modo a asegurar la calidad de la materia prima que permite la generación de energía limpia y renovable de manera sostenible.