Será un gran paso que, una vez que esté promulgada la Ley, ubicará a Paraguay entre los países con legislaciones más vanguardistas en la materia. 

Para el sector financiero, el acceso de la población paraguaya a servicios con alto nivel de seguridad para la realización de transacciones es un derecho en este tiempo donde el servicio de envíos y pagos digitales se han vuelto esenciales para acortar distancias o disminuir el contacto directo. 

Contar con altos estándares será beneficioso para el usuario pues tendrá mayor seguridad en el acceso a sus datos, cuentas y finalmente a su dinero. 

Se ha probado que contar con un circuito efectivo de seguridad es de fácil adopción por parte de los usuarios y eso se pudo constatar a través de los pagos de la ayuda social Pytyvo. Además, será un elemento de combate a la criminalidad, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo y armas de destrucción masiva, permitiendo combatir el robo de identidad, extorsión, sextorsión y a todo tipo de delito en ese ámbito.

Para los órganos de control como la Policía Nacional y la Fiscalía, serán herramientas que permitirán identificar al delincuente, que con cédulas falsas dispone de una billetera a través de la cual sustrae el dinero con una identidad falsa.

La Asoban espera la aceptación en la Cámara de Senadores de lo aprobado por la Cámara de Diputados y la promulgación posterior para trabajar todos juntos en la reglamentación adecuada de la ley. 

Los temores que se han instalado con relación a la exigencia de seguridad alta para los servicios financieros son infundados y se disiparán para dar lugar a un ecosistema mucho más amplio para la aceptación de los medios de pagos, más seguros, y con plataformas interoperables que beneficiarán a todos los usuarios sin exclusión alguna.