El Instituto de la Carne propuesto reducirá inversión en el sector y pérdida de empleos

Publicado en fecha 22-07-2019
Desde la Cámara Paraguaya de Carnes advertimos que la eventual creación del Instituto de la Carne, en los términos del proyecto que se estudia en la Cámara de Diputados, obligará a una desinversión tanto del productor ganadero como de los industriales de la carne que, penosamente, se traducirá en pérdidas de empleos. En la Cámara Paraguaya de Carnes sostenemos que los actuales promotores de la carne paraguaya son los frigoríficos con una inversión considerable que representa un gran esfuerzo. Porque estamos convencidos que el crecimiento de la ganadería, la mejora de la calidad, la mejora de la trazabilidad solo se va a dar con la inversión. De un tiempo a esta parte, con el propósito de abrir nuevos mercados y promocionar la carne paraguaya, los frigoríficos exportadores han invertido centenas de millones de dólares en construcción de nuevas fábricas y el aumento de la capacidad productiva de las plantas existentes en los últimos años. Por tanto, estamos seguros de que no es necesaria la creación por ley de un instituto -de las características que plantea el proyecto-, para seguir abriendo mercados y sostener los existentes. El sector puede seguir invirtiendo si no se cambian las reglas de un día para el otro. Esto que proponen, es un cambio en las reglas de juego para los inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Si se “aportan”dos dólares por cabeza (un dólar por los productores, un dólar por la industria) como establece el proyecto, los frigoríficos van a dejar de invertir. El ganadero también va a dejar de invertir. El cobro que pretenden,aunque le den el nombre de aporte, es un nuevo tributo. Y eso constituye un cambio en las reglas del mercado. Como nuevo tributo, es una imposición, que no estaba prevista. Eso es falta de previsibilidad e inseguridad jurídica. Nada le afecta más al inversor que la falta de seguridad jurídica. Estos argumentos nos permiten advertir sobre lo que puede pasar. 
La creación del instituto, en los términos que plantea el proyecto, va a tener un impacto social colateral, porque todo esto que señalamos, va a afectar al empleo. Se invertirá menos y lejos del lograr el resultado que pretenden, el efecto será negativo porque va a afectar al mercado, generando una caída del empleo en un sector tan importante para la economía nacional como es el de la carne. Nosotros reiteramos que no estamos en desacuerdo con un instituto de la carne. Estamos en desacuerdo con ESE instituto que diseña el proyecto en cuestión. Pero hay que hacerlo de manera seria, no improvisada, de la mano de expertos, administrada como entidad de derecho privado pero con participación de representantes de los organismos del estado vinculados al sector, con voz pero sin voto. Nuestra propuesta es traer a especialistas en la materia de países que han pasado por este proceso, como es el caso de Australia. Que estudien nuestras condiciones y nos propongan el Instituto adecuado a las realidades del país. Un Instituto de la Carne bien diseñado es el primer paso y eso debemos hacerlo con los expertos. En el escenario actual, no vemos una dirigencia capacitada en esta materia. Y con los cuatro millones de dólares que pretenden recaudar para el instituto, lo que se logrará es darle salarios altos a una dirigencia que no nos va a solucionar lo que supuestamente pretenden solucionar. Además, creemos que un instituto de la carne que funcione, demandará mucho más que los cuatro millones que estiman. Un trabajo serio es mucho más demandante de recursos y puede costar decenas de millones de dólares. Y estamos dispuestos a eso, pero con especialistas de avanzada, de algún país maduro en este terreno como Australia, para que nos indique el camino. Exhortamos a la cancelación de este proyecto, la contratación de expertos internacionales y la definición de una hoja de ruta confiable. El resultado de una improvisación puede ser infinitamente peor.