Los beneficarios recibieron dos prótesis del miembro inferior, bajo rodilla, de la marca alemana Ottobock, que están hechas de titanio y acero inoxidable, recubierta con espuma de alta densidad.

Marcos Karajallo, de 24 años, vino desde Hernandarias, Alto Paraná, para recibir, esta mañana, en la sede de Cerenif, su nueva prótesis, que le permitirá caminar con normalidad y abandonar, de esta forma, su deteriorada calidad de vida.

El joven, con mucho ingenio y ganas de salir adelante, había diseñado y construido su propia prótesis, con materiales que tenía a su disposición.

“Es una ayuda muy grande que nos brindan. Somos gente que no tenemos los medios para conseguir por nuestra propia cuenta y, con ayuda de la Fundación y de la ITAIPU, ahora esto es posible. Se trata de un gesto muy grande, y nos ayudará a volver a nuestras vidas normales, salir adelante, optar por trabajos y mejorar la autoestima, sobre todo”, indicó.

El joven vivió un episodio muy lamentable, en el 2013, cuando, a la salida de su trabajo, fue embestido por un vehículo. Él iba en motocicleta y llevó la peor parte.

Marcos luchó mucho por salvar la pierna, pero no pudo lograrlo y los médicos optaron por la amputación. “Ideé esta prótesis artesanal y lo fui confeccionando con los materiales que tenía a mano, me sirvió para comenzar a caminar, pero con dificultad. Pero ahora, con esta prótesis nueva, es totalmente diferente, me siento completo de nuevo”, indicó.

Rodolfo Fleck tiene 17 años, vino desde el departamento de Itapúa, para beneficiarse del Convenio de la ITAIPU con Fundación Solidaridad.

El joven perdió la pierna, a los 7 años, a raíz de la impericia de un tractorista, que estaba cerca del niño, cuando iba camino a un almacén.

 

“La prótesis que dejé ahora ya me hacía doler la columna. Es un cambio importante, me va a ayudar mucho, para ir al Colegio y poder participar en estas actividades que antes no podía. Fue lindo recibir este regalo y estoy muy agradecido”, dijo Rodolfo.

Por su parte, Luis Rojas, técnico ortopedista de la Fundación Solidaridad, explicó que el proceso del equipamiento protésico dura dos a tres meses, entre la prueba, la toma de medida, y ver las condiciones del muñón. Luego se realiza la rehabilitación física con fisioterapeutas, para fortalecer los músculos y mejorar el patrón de marcha de los pacientes; es una etapa que dura otros tres o cuatro meses.

“Es un cambio bastante importante en la vida de estos pacientes, en el caso de Rodolfo, ya estaba caminando muy mal, afectando la parte de la espalda, porque su prótesis ya era inadecuada. En el caso de Marcos vemos una mejoría bastante buena, vemos una marcha más rápida, no está encorvando la espalda para caminar y también evitamos el roce directo de la piel con un material duro”, comentó el especialista.

El doctor Oscar Mersán, presidente de la Fundación Solidaridad, dijo que, escuchar la historia de superación de estos jóvenes y contribuir en mejorar la calidad de vida de los mismos; es el premio más importante que pueden recibir como entidad de ayuda.  

“Todos los que participamos en este Convenio, el directorio de la ITAIPU, la Fundación, y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (que dona la silla de ruedas) es una conjunción de esfuerzos y voluntades que se premian con esto, con esa nueva sonrisa, que genera en la gente que estaba sufriendo. Es un billete de pago muy grande, que no tiene cotización en la tierra”, dijo

Oscar Corbo, coordinador del Convenio recordó que, a través de esta Alianza entre la Fundación Solidaridad y la ITAIPU Binacional, se llevó adelante, en el interior del país varias misiones de ayuda. En total se realizaron 10 visitas al interior, para llevar equipamientos, como sillas de rueda, andadores o muletas.

El Convenio también contempla la entrega de prótesis o el entrenamiento a 10 personas del interior. “Ya trajimos 3 personas, que recibieron entrenamiento de un mes entero y, también tenemos 7 personas que van a recibir prótesis, estos dos jóvenes son los primeros en recibir la donación”, explicó.