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Promueven en Congreso tecnologías para anticiparse al daño en el asfalto
Publicado en fecha 03-11-2025

Las nuevas tecnologías en la industria vial apuntan a la prevención para alargar la vida útil de las rutas y reducir los costos a largo plazo, recalcó el Ing. Paul Sarubbi Balansa, presidente del Congreso Ibero-Latinoamericano del Asfalto (CILA) 2025, que se celebrará del 17 al 21 de noviembre en el Centro de Convenciones de la Conmebol. El evento reunirá en Asunción a especialistas que debatirán cómo lograr pavimentos más resistentes y presentarán innovaciones destinadas a transformar la infraestructura vial de la región.

Ing. Paul Sarubbi Balansa
“No se trata solo de arreglar cuando ya está todo roto, sino de prevenir”, sostuvo Sarubbi. Indicó que las innovaciones apuntan a anticiparse al deterioro mediante sistemas inteligentes que permiten detectar fisuras o deformaciones antes de que se conviertan en daños mayores. Explicó que estas tecnologías combinan sensores, inteligencia de datos y mantenimiento planificado, lo que permite extender la vida útil del pavimento y optimizar los recursos públicos y privados.
“La información que brindan los nuevos sistemas de auscultación, combinada con un enfoque de mantenimiento planificado, permite alargar la vida útil de una ruta y reducir los costos a largo plazo”, enfatizó. Remarcó que, en ese sentido, el Congreso será una oportunidad para conocer los últimos avances en auscultación vial, el proceso técnico que evalúa el estado y el comportamiento estructural y funcional del pavimento sin necesidad de destruirlo.
El ingeniero destacó, por ejemplo, los vehículos equipados con sensores, GPS y sistemas de comunicación que recopilan y transmiten información en tiempo real sobre el estado de las rutas mientras circulan. También se presentarán herramientas basadas en inteligencia artificial y Big Data, que procesan los datos obtenidos por los equipos de auscultación para identificar patrones de deterioro, anticipar fallas y planificar mantenimientos preventivos, contribuyendo así a una mejor gestión y priorización de las inversiones viales.
“Paraguay ya ha dado pasos importantes, por ejemplo, en el control de calidad de obras, en la capacitación de técnicos y en el uso de mezclas modificadas. Pero todavía hay mucho por avanzar. El Congreso justamente busca acercar esas herramientas a los decisores técnicos y políticos”, subrayó.
El CILA 2025, en su edición número 23, se celebrará del 17 al 21 de noviembre en el Centro de Convenciones de la Conmebol, con la participación de más de 20 países. Allí se darán a conocer los avances más recientes en auscultación vial digital, vehículos conectados, uso de sensores, asfaltos de alto desempeño, reciclado en caliente y frío, además de los nuevos sistemas de gestión vial basados en Big Data.
Especialistas de más de 20 países se reunirán para evaluar el rendimiento y la vida útil de los pavimentos, compartir experiencias y plantear alternativas que contribuyan a optimizar la calidad de las rutas. “Vendrán experiencias muy concretas de países como Brasil, México, España, Argentina y Colombia. Muchos de ellos han logrado mejoras notables en durabilidad, seguridad y gestión vial a través de sistemas inteligentes de monitoreo, políticas integradas y una mayor inversión en conservación”, adelantó.
El congreso también convocará a ministerios, universidades, empresas constructoras, asociaciones técnicas y organismos multilaterales como la CAF, con el propósito de construir una agenda conjunta para mejorar la calidad y la sostenibilidad de las rutas. El ingeniero insistió en que las conclusiones del encuentro deben traducirse en políticas públicas sostenibles, con presupuestos previsibles, controles más rigurosos y planificación de largo plazo.
El Congreso también reunirá a ministerios, universidades, empresas constructoras, gremios de la industria y organismos multilaterales como la CAF, con el propósito de construir una agenda conjunta para mejorar la calidad y la sostenibilidad de las rutas, refirió Sarubbi. El ingeniero insistió en que las conclusiones del encuentro deben traducirse en políticas públicas sostenibles, con presupuestos previsibles, controles más rigurosos y planificación de largo plazo.
“Queremos que el Congreso deje capacidad instalada. Que deje conocimiento, que sirva como una gran aula de actualización para nuestros profesionales, y también como una mesa de acuerdos. Porque de nada sirve tener tecnología de punta si no hay decisión para aplicarla. Este encuentro debe ayudarnos a alinear a todos los actores en una visión moderna y sostenible de nuestras rutas”, refirió.
Recordó además que cada bache es un punto de riesgo, ya que retrasa los tiempos de viaje, incrementa el desgaste de los vehículos y, de forma silenciosa, conlleva también un coste que afecta a la logística del país: “Cuando una ruta pierde su capacidad funcional, la conectividad se resiente, y eso impacta en toda la cadena productiva, desde la salida de los productos del campo hasta la llegada a los mercados”, puntualizó.
Finalmente, recordó que si bien el agua que penetra en las capas del pavimento, la falta de mantenimiento adecuado o las fallas en la construcción inicial inciden en el deterioro del asfalto, el principal problema de las rutas paraguayas sigue siendo el tránsito de vehículos con cargas superiores a las permitidas, que afecta directamente la vida útil del pavimento. “En Paraguay, este es un tema que requiere control efectivo y coordinación entre las autoridades y el sector transportista”, concluyó.