El Consejo Paraguayo de Construcción Sostenible cumplió 10 años de vida institucional y para hacer un recuento de los logros alcanzados en la primera década, editó una revista súmamente interesante, que resume los principales resultados alcanzados por los directivos y miembros.

El material contiene notas con los socios, evaluación del proceso de incorporación del concepto de sostenibilidad en la construcción en nuestro país, los avances y desafíos. En los primeros 10 años el Consejo presenta un balance muy positivo.

En la nota de presentación la presidenta, Ing. Gabriel Mesquita, enumeró los logros en los 10 años, “desde que empezamos a caminar hacia un sueño en decir, ¿qué pasa si hacemos esto?, haciendo un recuento de qué fue lo que logramos, tenemos básicamente un equipo enorme de trabajo, distribuidos en 5 comités técnicos de normalización, que trabajaron arduamente en elaborar las 5 normas paraguayas de construcción sostenible”, hoy vigentes a nivel nacional.

Agregó que, además, que se ha obtenido en Alianza con la Municipalidad de Asunción, la Ordenanza N° 128/17, que genera Incentivos municipales a la Construcción Sostenible; cientos de profesionales capacitados, arquitectos, ingenieros de distintas áreas, en estrategias para lograr proyectos más sostenibles, esquemas Internacionales de Certificación como LEED, EDGE, esquemas Nacionales como las Normas Paraguayas de Construcción Sostenible.

Se han impartido capacitaciones a fabricantes e importadores de materiales de construcción, así como visitas, charlas, talleres y cursos para desarrolladores, inversores y propietarios de viviendas, oficinas, edificios corporativos, industrias.

Destacó también que ya se cuenta con un esquema de certificación nacional propio que se llama Arandu Renda. “Tenemos un camino que nos sorprende al hacer un recuento de los 10 años, porque uno en el día a día está siempre enfocado al trabajo y no se sienta a evaluar los logros obtenidos”. La Ing. Mesquita enfatizó que queda mucho por hacer, pero que hoy tenemos esa certeza de que construir sosteniblemente sí vale la pena.