Clúster porcino gana competitividad mediante buenas prácticas ambientales en la Reserva de Biósfera ITAIPU

Publicado en fecha 26-10-2021
Mediante la incorporación de buenas prácticas ambientales, Granja La Victoria, perteneciente a la empresa Agropecuaria Itabo, lleva delante de manera competitiva el clúster o cadena de producción de cerdo en el distrito de Santa Fe, Alto Paraná, integrante del territorio de la Reserva de Biósfera ITAIPU (RBI).

El emprendimiento, que emplea a 50 personas en forma directa, transforma granos de soja y maíz en proteína animal, abarcando las fases de cultivo y elaboración de balanceados destinados a la cría y engorde de cerdos de alta genética, que es importada de Brasil, pero que tiene origen francés para las hembras y de Estados Unidos para los machos.

Granja La Victoria produce 33.000 cerdos al año, equivalentes a más de 4 millones de kilos de carne, destinados en su totalidad a los consumidores de Asunción y Gran Asunción. La comercialización se realiza bajo la marca “La Porcina”, explicó el administrador del establecimiento pecuario, Josemar Da Costa Fonseca.

El manejo ambientalmente adecuado de los residuos orgánicos que normalmente genera en gran cantidad la producción porcina se obtiene mediante la utilización de biodigestores. Se trata de un tanque completamente cerrado, que transforma el estiércol en biogás, abono orgánico y agua para riego.

“La chanchería ha sido montada pensando en lo ambiental. Por ese motivo, se colocaron los biodigestores que queman gas y generan residuos que son utilizados como abono natural en la chacra, permitiendo economizar en el uso de abonos químicos”, comentó Da Costa Fonseca.

Trabajar en el territorio de la Reserva de Biósfera ITAIPU y estar en las proximidades de la cuenca del Itabo, incrementan el compromiso de la empresa con el cuidado del ecosistema. “Tratamos de ser ambientalmente lo más correcto posible, porque tenemos que pensar en la generación que viene”, reconoció el entrevistado.

La Reserva de Biósfera ITAIPU abarca más de un millón de hectáreas de Alto Paraná y Canindeyú, reconocida por la UNESCO considerando su importancia para la conservación ambiental en armonía con el desarrollo sostenible.