Pequeño productor es ejemplo de superación e inspiración

Publicado en fecha 08-07-2024
Don Rubén Fariña, integrante de la agricultura familiar, celebra una buena producción de chía, con un impacto directo en cerca de 250 familias de su comunidad. 

Conocido por ser el pionero en introducir la aplicación de tecnología en su comunidad -ubicada en la colonia Mcal. López de Yhu, Caaguazú- Don Rubén dio el puntapié para modernizar el trabajo agrícola y diversificar la producción en la zona, pero su camino no fue fácil. Fue amedrentado, perseguido, incluso le quemaron su sembradora y atacaron a los jóvenes agricultores. 

Todo esto no lo desanimó, siguió luchando por su familia y su comunidad. Casi seis años más tarde, Don Rubén ve los frutos de su incansable trabajo en una comunidad próspera, en constante desarrollo y crecimiento socioeconómico. 

Voluntad, capacitación y trabajo 
Para Don Rubén, la inspiración llegó en una jornada de campo desarrollada en la finca de Flaminio Núñez en 2017, cuando quedó impresionado con el desarrollo de sus cultivos y ese mismo día pidió recibir capacitación. Al siguiente año integró el programa de Programa Agricultura Sustentable con Biotecnología del INBIO e inició con la adopción gradual de la tecnificación, mecanización, diversificación y buenas prácticas como la siembra directa y recuperación de suelos. 

La combinación de voluntad, capacitación constante, trabajo, dedicación y compromiso con su comunidad es su fórmula de éxito. En la actualidad, su finca es modelo para los días de campo, Don Fariña recibe a cientos de productores y comparte su experiencia para así, seguir masificando el impacto positivo en otras localidades, convencido de que ese es el camino para el desarrollo sostenible de la población rural. 

Cultivos en campo 
Actualmente, cerca de 250 familias trabajan juntas en la diversificación de la producción local. Están en temporada de cosecha de chía en la parcela demostrativa, con unas 8.000 hectáreas sembradas, que dan un rendimiento entre los 700 a 1.000 kg/ha, y el buen precio permitirá ganancias que ayuden a cumplir con las obligaciones y a seguir invirtiendo en el campo paraguayo. 

En el marco del programa del INBIO, el proceso productivo contempla la siembra de nabo forrajero para la cobertura y descompactación de la parcela mirando la zafra que se aproxima.

 Por otro lado, el trigo en campo muestra buen desarrollo y se espera que aporte cobertura al sistema sumado al control de malezas para la campaña 24-25, según detalla el INBIO. 
Fuente: UGP
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