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Buenas prácticas generan un salto importante en la producción de la agricultura familiar
Publicado en fecha 11-03-2024
El comité almidonero Santa María, del distrito de General Higinio Morínigo (Caazapá), mejoró los rendimientos y la calidad de su producción de mandioca, fortaleciéndose como generadores de su propia materia prima para comercializar almidón a un buen precio.
Desde el año 2000, este grupo de pequeños productores integra los sistemas de mecanización, siembra directa, rotación de cultivos y uso de abonos verdes para conservar sus suelos, mejorar su producción sin crecer en hectáreas y robustecer la sostenibilidad del trabajo de campo.
Se trata de un grupo organizado con 27 socios, que tienen una pequeña fábrica de almidón. Alcanzaron la industrialización de su producción. En este tiempo, lograron aumentar significativamente los rendimientos de sus fincas.
El Ing. Favio Vega, técnico de campo de la Dirección de Extensión, compartió los avances en la finca de Lucio Martínez, quien distribuyó sus cultivos en distintas áreas para implementar el sistema de rotación entre maíz y mandioca.
En un porcentaje de sus parcelas sembró maíz zafra para continuar con el maíz zafriña, que hoy muestra un buen desarrollo. A mediados de abril ingresarán los cultivos de abono verde tales como: avena, nabo y lupino, para luego sembrar la mandioca en el mes de agosto.
En otras parcelas, inició esta campaña con cultivos de mandioca que se encuentran en etapa de crecimiento, prevé destroncar en mayo y cultivar abono verde en el mismo suelo. De esta manera va rotando su producción en cada campaña agrícola.
El ingeniero resaltó los buenos resultados contra malezas, permitiendo menor inversión en manejo de malezas y personal. “Si manejamos bien nuestro suelo con uso de cobertura, abono verde, rotación de cultivo, no sufre la mandioca ni el maíz. Se produce bien y trabajamos bien”, agregó.
Comparativo de rendimientos
Mandioca
13.000 Kg/ha a 35.000 Kg/ha
Maíz Tupi Pytã
1.500 kg/ha a 7.000 kg/ha
Maíz Chipa
1.200 kg/ha a 3.000 kg/ha
La finca de Lucio es un claro ejemplo de cómo muchas familias encontraron la posibilidad de producir distintos cultivos para el autoconsumo, comercio e industrialización y, a su vez, cuidar de su suelo.