Luego de ser un producto estrella en la década del 90 y caer su producción al nivel mínimo, el algodón asoma de nuevo, tímidamente, para ganar relevancia en la producción agrícola paraguaya. Algunos factores son resaltantes para tomar nuevamente preponderancia entre los rubros agrícolas del país.

En coincidencia, con la inauguración de una nueva desmotadora en el Chacho, su puesta en marcha, buenos rendimientos en los últimos años y una apuesta de nuevos productores, ahora se observa también el crecimiento de la financiación de lo que en los 80 y 90 se denominaba el oro blanco en Paraguay.

Actualmente, son 4 bancos los que financian la producción de la fibra y son los bancos BASA, Visión, Solar y Banco Nacional de Fomento (BNF). Lo llamativo es que, de una cartera de 14.964 millones de guaraníes del noviembre del 2022, creció a 24.819 millones de guaraníes, al cierre del mes de noviembre del 2023, es decir, 64,4% más en un año, según publicó la superintendencia de Bancos.

El monto de financiamiento aún es pequeño, si se compara con los volúmenes de recursos destinados por los bancos a otros sectores de la producción en el país.

Pero, con la coyuntura favorable al entorno de la producción de algodón, con la inauguración y el inicio de operaciones de la nueva desmotadora de la Cooperativa Chortitzer en el Chacho Central, se espera un fuerte aumento de la producción en la región occidental del país y con ello quizás más entidades bancarias se sumen al negocio, a juzgar por los buenos resultados y buenos precios de los últimos años.