Las autoridades de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se mostraron confiadas, en su reunión del mes pasado, en que la inflación vuelve a su objetivo; sin embargo, creen que aún hay muchos riesgos que justifican una política constante y unos elevados costos de endeudamiento, mostraron ayer 18 de enero, las minutas de la cita.

El BCE mantuvo sin cambios las tasas de interés en la reunión y dejó claro que no habrá nuevas alzas. No obstante, también dijo que es demasiado pronto para hablar de una relajación de la política monetaria, a pesar de las apuestas de los mercados por el inicio de un cambio de tendencia a principios de la primavera.

“No hubo lugar para la complacencia y no era el momento de que el Consejo de Gobierno bajara la guardia”, dijo el BCE en las minutas de la reunión del 13 y 14 de diciembre. “Se vio la necesidad de mantener la vigilancia y la paciencia, y de mantener una postura restrictiva durante algún tiempo”.

“Aún era demasiado pronto para confiar en que la tarea está cumplida”, añadió la entidad, después de que sus integrantes acordaran, por unanimidad, mantener las tasas estables.

Las autoridades bancarias también llegaron a la conclusión de que debían contrarrestar las expectativas del mercado de una rápida relajación de la política monetaria, aunque exista una incertidumbre inusual en torno a las perspectivas de inflación y crecimiento económico.

“En general, se consideró importante no acomodarse a las expectativas del mercado en la comunicación posterior a la reunión”, declaró el BCE. “Se aconsejó cierta humildad a la hora de juzgar las expectativas del mercado dadas las incertidumbres reinantes”.

Los inversionistas esperan ahora 135 puntos base (pb) de recorte de tasas este año.