La proyección de crecimiento del PIB para el 2024 es de 3,8% y 4% en inflación

Publicado en fecha 03-01-2024
La proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para el 2024 es de 3,8%, explicado por expansiones en los tres sectores de la economía. En el sector primario, se prevé una tasa del 4,2%, sustentado principalmente en las buenas perspectivas climáticas que volverían a favorecer la producción agrícola, según el informe de política monetaria del Banco Central del Paraguay (BCP).

Por su parte, el crecimiento esperado en la ganadería (1,6%) se encuentra en línea con las mejores expectativas del sector, en especial, después de la apertura del mercado estadounidense y la reciente disminución de la incertidumbre respecto a la demanda externa.

En cuanto al sector secundario, se prevé una recuperación de la construcción (4,7%). impulsada principalmente por el sector privado. Las buenas perspectivas económicas, las tasas de interés más bajas y la estabilización de la inflación en torno a la meta son factores que podrían contribuir positivamente en el desempeño del sector.

La dinámica positiva proyectada en las construcciones y en el sector primario se trasladaría también a la industria manufacturera, con un crecimiento previsto de 3,6%. Asimismo, se anticipa una incidencia positiva del fenómeno del Niño en el caudal hídrico del Río Paraná, lo cual permitiría una mayor generación de energía eléctrica.

Por último, la expansión en torno a 3,5% del sector terciario se justifica en el buen desempeño previsto para el comercio, los servicios a los hogares, y los servicios a las empresas, entre otros. Por el lado del gasto, se estima un aumento de la demanda interna, explicado por un crecimiento del consumo privado (3,6%) y un repunte de la formación bruta de capital fijo (5,0%), en tanto que las exportaciones e importaciones también registrarían incrementos (3,0% y 2,8%, respectivamente).

Las proyecciones de la inflación para 2024 y para el horizonte de pronóstico se mantuvieron en 4%. Durante el 2023, la política monetaria restrictiva, el anclaje de las expectativas de inflación al objetivo de mediano plazo y las menores presiones de los precios de commodities de alimentos y energía explican los resultados inflacionarios obtenidos, cerrando la inflación por debajo de la meta, en 3,7%.

Para el 2024, la proyección de una brecha del producto tanto doméstica como externa prácticamente cerradas, tasas de interés internacionales que comenzarían a reducirse en el primer semestre, y una base de comparación importante para la inflación doméstica durante los primeros meses del próximo año, conducen a que las proyecciones oscilen en torno al límite inferior del rango meta durante los primeros trimestres de 2024, para luego, a partir del tercer trimestre, y en ausencia de nuevos choques, converger paulatinamente al 4%.