El Gobierno argentino quiere evitar que la derrota electoral termine por generar un desbande de precios, y arrancó la semana hábil después del balotaje con reuniones con buena parte de la industria alimenticia, que desde hace tiempo viene reclamando por una recomposición de precios.

De estos primeros encuentros surgió que las alimenticias están autorizadas a retoques que no estaban previstos inicialmente, más allá de que no se ajusten a sus pedidos. Así, quedó establecido que al 5% que ya se había aprobado para los productos de la canasta básica para este mes se le sumará un monto idéntico.

En tanto, para los que están por fuera de esa lista de mercadería el incremento será de un 10% extra, que también se sumará al 5% previsto para este conjunto.

Ahora, lo que quedará por definir es qué ocurrirá durante diciembre, un mes que tendrá apenas 9 días del Gobierno de Alberto Fernández. La idea de Comercio es también dejar cerrado el comportamiento de los precios para ese mes, que podría ir en línea con lo que se pautó para este mes.

Todas estas cuestiones se irán terminando de definir sobre todo durante esta semana, en nuevas reuniones que Economía mantendrá con la industria.

En medio de esto, Comercio les pidió a las supermercadistas que no se admitan listas con subas por encima del 15% por parte de las alimenticias, una tarea fiscalizadora que ya se vienen realizando desde hace tiempo por pedido del Gobierno.

Lo que habrá que ver en los próximos días, más allá de esto, es el grado de cumplimiento por parte de las empresas, que ya están trabajando con un Gobierno en retirada, lo que le podría quitar poder de negociación. Sin embargo, desde la industria sostienen que el margen para salirse de ese camino no es importante, ya que "del otro lado está el flujo de las importaciones y todavía hoy depende del cumplimiento que tengamos de los precios". Según afirman, no deberían bajar del 40 por ciento.