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Los cultivos transgénicos son un avance importante para el desarrollo productivo
Publicado en fecha 10-07-2023
La adopción de cultivos transgénicos aumentó en todo el mundo y Paraguay no está exento de esto, en los últimos años se logró el mejoramiento de soja, maíz, canola y algodón.
Durante la campaña 2021/2022, la zona de América Central y del Sur registró la mayor superficie de cultivos transgénicos, con 93,3 millones de hectáreas sembradas. Cifra que representó un aumento del 7 % en relación con la campaña anterior, según el último informe de AgrobioInvestor GM Monitor.
La creciente adopción se debe a que se comprobó la eficiencia de estas innovaciones y de su inocuidad para el consumo humano y animal. Otro factor importante es que, al desarrollar un gen con biotecnología, es posible adecuarlo para que pueda transferirse a distintos rubros agrícolas, convirtiéndose en una herramienta para que los productores mejoren la calidad y cantidad de sus cultivos.
Productos aptos para el consumo
El doctor Mohan Kohli, investigador y consultor de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), explicó que el desarrollo de cualquier transgénico normalmente tarda entre 10 y 20 años en aprobarse, porque hay una serie de condiciones agronómicas, ambientales, de bioseguridad y otras, que se deben cumplir antes.
Este proceso garantiza la inocuidad de los productos para la población. Pasada esta fase, y en caso de comercializarse a nivel internacional, los productos Biotecnología se someten a nuevas pruebas y desarrollos adaptativos que respondan a criterios de producción, calidad y sanidad de cada país antes de obtener la liberación comercial.
“En el caso del HB4, este gen -que otorga la tolerancia a la sequía y la salinidad del suelo- se desarrolló en Argentina y se transfirió a distintos cultivos como soja, maíz y trigo. Considerando que nosotros no podemos introducir las mismas variedades desarrolladas en Argentina por condiciones de suelo y de clima, tenemos que crear nuestras propias variedades de cualquier semilla que se adapte a las condiciones de Paraguayâ€, detalló.
Sobre el trigo con HB4 recalcó que se debe pasar por esta fase de desarrollo adaptativo, lo que lleva tiempo. “Aunque hoy es posible acortar ciertos procesos de mejoramiento, todavía falta mucho para que llegue a los campos del paísâ€, indicó el profesional. En referencia al uso de glufosinato de amonio, Kohli mencionó que existe una confusión sobre la presencia del gen que otorga la resistencia a este herbicida.
Además, los genes se expresan solo cuando hay un ambiente apropiado. En otras palabras, el gen HB4 se expresa cuando hay sequía y el gen marcador cuando se aplica el herbicida basado en glufosinato.
“Debemos entender que la presencia de este gen marcador no quiere decir que el productor deba usar este herbicida. Él puede usar cualquier herbicida de su elección para controlar las malezas que tenga en su campo. En el caso de que haya una excelente cobertura de rastrojos bajo el sistema de siembra directa, es probable que no se necesite usar el control químicoâ€, señaló.
Es importante señalar que el herbicida glufosinato se está utilizando en otros cultivos y no afecta a los productos finales porque se coloca en la etapa vegetativa de las plantas. Ventajas de la tecnología HB4 Para el Dr. Mohan Kohli, la biotecnología HB4 es un gran avance, ya que es una herramienta que ayudará al trigo y otros cultivos durante los años secos, principalmente en regiones como el Chaco.
“Es un evento que trabaja en ambos lados, brinda una ventaja en los ambientes de menos rendimiento (suelos más secos y/o salinos) y no representa ninguna desventaja cuando se trata de ambientes de mayor potencial (suelos fértiles y con mejor reserva de humedad)â€, resaltó.
Con la mirada puesta en el futuro, consideró que será una herramienta muy útil para hacer frente a los fenómenos climáticos.