ITAIPU inyectó USD 217 millones al Estado en el primer semestre de 2022 por Anexo C

Publicado en fecha 05-07-2022
En el marco del cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Anexo C del Tratado, ITAIPU Binacional transfirió USD 217 millones al Estado paraguayo, de enero a junio de 2022. Los desembolsos corresponden a los conceptos de royalties, cesión de energía y pagos a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).

En el primer semestre del corriente año, la Entidad remesó USD 99 millones por royalties y USD 83 millones por cesión de energía, a favor del Tesoro Nacional. Mientras tanto, la ANDE recibió USD 35 millones en calidad de resarcimiento de las cargas de administración y utilidades; de acuerdo con el reporte de la Dirección Financiera, Margen Derecha, de la Binacional.

En lo que se refiere solo a las transferencias realizadas en junio, los royalties totalizaron USD 16 millones, mientras que los desembolsos por la cesión de energía alcanzaron USD 15 millones. La ANDE ingresó USD 6 millones por las utilidades y USD 1 millón por el resarcimiento de las cargas de administración (USD 7 millones en total).

De acuerdo con lo establecido en el Tratado de ITAIPU, los royalties constituyen una compensación financiera mensual que reciben los Estados de Paraguay y Brasil por la utilización del potencial hidráulico del río Paraná para la producción de energía eléctrica. La cesión de energía es la retribución abonada por el Estado brasileño para acceder a la parcela de la producción que Paraguay no utiliza. Estos dos conceptos son transferidos al Ministerio de Hacienda, institución que se encarga de distribuir los recursos para sus usos finales, como disponen las legislaciones nacionales.

La ANDE recibe mensualmente los pagos por resarcimiento de las cargas y, periódicamente, también obtiene ingresos por las utilidades del capital para hacer frente a sus necesidades presupuestarias, cumpliendo así con lo que estipula el Anexo C del Tratado de la Entidad.

La Central Hidroeléctrica ITAIPU mantiene un óptimo desempeño, lo que le permite a la empresa cubrir la demanda energética de los dos países y honrar a cabalidad sus obligaciones financieras, pese a los efectos latentes de la crisis hidrológica.