* Docentes rechazan reducir horas cátedras en detrimento de la calidad.

De acuerdo con la Resolución 346/2013 el Consejo Superior Universitario (CSU) ha homologado el ajuste curricular de las carreras de la Facultad de Ingeniería UNA, con una cantidad de carga horaria a cumplir en el ciclo básico para el 1er semestre (495 horas cátedras), para el 2do semestre (435 horas cátedras), para el 3er semestre (450 horas cátedras) y para el 4to semestre (510 horas cátedras). 

El total aprobado y exigido como mínimo por esa Resolución del CSU es de 1890 horas cátedras. Sin embargo, el interventor Dr. Ricardo Garay dio a conocer una recalendarización con apenas 1.566 horas cátedras, lo que viola la normativa y atenta contra la calidad formativa de estudiantes.

Lo que se estaba desarrollando con el calendario normal antes del paro era, del 1er al 4to semestre, como sigue: 555 horas cátedras, 491 horas cátedras, 518 horas cátedras, 566 horas cátedras. En total son 2.130 horas cátedras, lo que está por encima del mínimo exigido por el CSU (1.890 horas cátedras).

Sin embargo, con el calendario comprimido publicado por el Interventor, que pretende desarrollar 5 semestres en 2 años, comprimiéndolos al máximo, solamente permiten dar 408 horas cátedras para el 1er semestre; 361 horas cátedras, para el 2do semestre; 381 horas cátedras, para el 3er semestre; y 416 horas cátedras, para el 4to semestre, totalizando 1566 horas cátedras, que está por debajo en 324 horas cátedras del exigido por la normativa del CSU, por lo que debe aumentarse en un 21% para que se ajuste a lo legal.

Este calendario ajustado *NO CUMPLE* con el programa aprobado por el CSU, lo que lo hace ilegal e inaplicable. Por lo tanto, ni el Interventor ni el Consejo Superior podría tener una propuesta que signifique una reducción drástica en la calidad de la enseñanza.

Esta recalendarización comprimida empeora las posibilidades de aprendizaje y buen rendimiento del alumno por el hecho de que con respecto a lo que se estaba realmente desarrollando (2.130 horas cátedras) debería aumentarse en 564 horas cátedras (36% más) para poder alcanzar los mismos niveles del proceso de enseñanza / aprendizaje. Cabe señalar que aún con las 2.130 horas, los niveles de aprobación no son óptimos.

Ningún docente o autoridad de la FIUNA puede aceptar esta solución “parche” que lejos de crear soluciones traerá nuevos y mayores problemas, tales como altos niveles de aplazos y masificación posterior que deberán solucionarse en el futuro.

En otras unidades académicas, donde se implementaron programas similares, ya están experimentando las malas consecuencias para los alumnos en cuanto a resultados de aprobación y calidad de profesionales.

Los docentes agrupados en la Coordinadora de Profesores de la Fiuna (CPF) no están de acuerdo con la recalendarización comprimida presentada por el Interventor Garay, y amenazan a no concurrir al llamado de inicio de clases para el 23 de enero, argumentando que como profesionales *no se prestarán a brindar una educación tipo “garaje” que tanto se critica en el país*, y consideran que *la reducción de carga horaria significará eliminación de contenidos claves de las materias teóricas y prácticas, que afectará la calidad formativa y se estará engañando al país con egresados que no tendrán el perfil deseado* como profesional ingeniero.

Otro argumento de la CPF es que los docentes asociados *no serán cómplices de la ilegalidad cometida por el Interventor*, por lo que la amenaza de éste de sumariar a los docentes que no concurran a clase es contraria al precepto constitucional de que nadie puede ser obligado a cometer una ilegalidad.

De esta ilegalidad se comunicará al Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) y a la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes), ante la preocupante situación de la reducción de horas cátedras en forma ilegal e inconsulta.