Mudanza de la City tardaría 20 años

Publicado en fecha 30-12-2016
Tomará al menos dos décadas que otra ciudad europea pueda recrear la oferta de talento y servicios que ofrece Londres al sector financiero mundial, revelan estudios de EY y el think tank europeo Bruegel.

No se trata sólo de una mudanza de servicios, personal y mobiliario. El nuevo anfitrión tendrá que desarrollar mecanismos y entes de supervisión, prevención de riesgos; modelos de rescate fiscal y contar con recursos suficientes para garantizar liquidez, que no se pueden establecer de la noche a la mañana, prevé Dirk Schoenmaker en el análisis de Bruegel, titulado “Robar la corona financiera traerá beneficios y responsabilidades”.

Por ello, incluso firmas financieras que cohabitan en la City, como Moody’s, han desarrollado proyectos alternos, que suponen la permanencia en Londres, utilizando líneas de disposición en un tercero.

El éxodo de instituciones financieras que hicieron de la City el mayor centro financiero de Europa, y uno de los referentes occidentales junto a Wall Street, tendrá que completarse tras la decisión popular de que el Reino Unido deje de formar parte de la Unión Europea, porque tras el “divorcio”, Londres perderá el llamado “pasaporte de libre tránsito financiero”.

El estudio, desarrollado por la consultoría EY a solicitud del distrito londinense llamado la City, pone en evidencia que el conglomerado de bancos, fondos de inversión, aseguradoras y despachos legales contribuye con 12% al PIB de Reino Unido y emplea 7% de la fuerza de trabajo. De ahí el interés público de al menos seis capitales europeas para llevárselo completo.

Dublín, París, Frankfurt y Madrid, interesados
Las grandes capitales de Europa, como Dublín, París, Berlín, Amsterdam, Milán y Madrid, están llamando la atención de los integrantes de la City para hospedarlos.

En España, medios financieros especializados confirman que el ministro de Economía, Luis de Guindos, completó reuniones con las principales entidades americanas que operan desde Londres, para ofrecerles un marco fiscal y regulatorio atractivo al negocio de intermediación bursátil, tesorería y gestión de activos.

La situación de este centro financiero europeo es objeto de incertidumbre tras el voto a favor del Brexit, pues aún habiendo votado a favor de quedarse en el Reino Unido, la demarcación de la City debe asumirse fuera de la Unión Europea, lo que dificultará la operación de las entidades financieras hacia el resto de los países integrantes. Hasta ahora, a seis meses de haberse realizado el referéndum, no hay avances sobre los pasos que seguirá el Reino Unido para salirse de la Unión, y mucho menos información sobre el futuro de la City.

Por su parte, Irlanda evidencia que varias empresas británicas han solicitado ya licencias para establecerse ahí, donde opera el Impuesto de Sociedades más bajo dentro de la Unión Europea.

Corona financiera, beneficios y obligaciones
Un estudio desarrollado por el think tank europeo Bruegel, evidencia que hospedar al mayor centro financiero de la región les dejará muchos beneficios, pero trae consigo también muchos riesgos y responsabilidades.

Entre los beneficios, detalla que se puede identificar trabajo de alta calidad en el sector financiero; expansión de servicios en línea como apoyo legal o consultorías; mayor acceso financiero para sus corporativos; altos retornos fiscales para los gobiernos y prestigio para la ciudad y el país anfitrión.

Son las responsabilidades las que deberían tener en cuenta, y éstas deben ser asumidas y previstas por las autoridades responsables de la supervisión y estabilidad del sistema financiero.

Al quedarse con lo que Bruegel llama “corona financiera”, el supervisor prudencial local tendrá que desarrollar un mecanismo de observación y vigilancia para la nueva entidad, el conglomerado financiero, de manera que pueda verificar la operación de banca de inversión y actividades de fondeo.

Deben prever que el banco central será responsable de otorgar Asistencia de Liquidez de Emergencia, en caso de que se presente algún problema entre los grandes bancos que estarán ahí y la autoridad fiscal receptora debe desarrollar reglas que garanticen que en caso de un rescate público, costearlo es parte de sus responsabilidades y exposiciones.

Lento proceso
Hasta ahora, hay un comité de negociación de la City que está directamente participando con el gobierno inglés que dirige Theresa May, para tratar de participar en un acuerdo que limite el daño de traslado lo más posible.

Pero ya hay instituciones financieras que no están dispuestas a esperar a decisiones del conglomerado, pues la incertidumbre sí les está costando. Así, bancos estadounidenses como Goldman Sachs y JPMorgan han anunciado que se llevarán sus representaciones a otro país de Europa que tenga libertad de prestar sus servicios al resto de los mercados de la región.

El mismo Lloyds of London, una especie de “supermercado” de seguros británico, ya anunció que empezará a trasladar una parte de sus operaciones a cualquier otra parte de la Unión Europea.

La decisión entre cinco ciudades candidatas será pública en febrero.