El exministro de Hacienda, Manuel Ferreria Brusquetti, así como el analista económico, Amílcar Ferreira, y el especialista en riesgo, Diego Duarte Schussmuller, señalaron que como país se enviaría una muy mala señal si Paraguay entrara eventualmente en una situación de default, es decir, en una cesación de pagos de la deuda pública. Fue anoche en el marco del coloquio internacional sobre “Financiamiento del desarrollo: Experiencia internacional y desafíos para Paraguay”, organizado por el Ministerio de Hacienda en el Banco Central del Paraguay (BCP).

El referente económico Manuel Ferreira Brusquetti refirió que no se puede dejar de otorgar una línea presupuestaria al Ministerio de Hacienda para que pague las deudas del país, refiriéndose a la última decisión del Senado durante el tratamiento del Proyecto de Ley del Presupuesto para el 2017 en la que excluyeron montos asignados a la cartera fiscal para el pago de la deuda externa. 

“Si llegamos a tener un evento de default, todos veremos un incremento de tasas en nuestras tarjetas para comprar en los súper”, expresó el ex ministro de Hacienda al instar a la Cámara de Diputados a corregir el error, ratificándose en su versión de presupuesto “que es menos peor”. Ferreira Brusquetti insistió en que se debe pensar que hay gente externa que mira a Paraguay, por lo que existe la necesidad de asegurar los pagos de la deuda.

Por su parte, Amílcar Ferreira, manifestó que es muy importante generar certidumbre sobre los temas de administración financiera del Estado en cuanto a la deuda pública. Dijo que contraer deuda no es buena ni mala, pero que es un recurso del que un país hace uso para que pueda dotar a su población de las infraestructuras necesarias. El analista económico destacó la ejecución actual de las obras por el Gobierno, pese al arranque tardío para avanzar en las mismas.

En este contexto, Diego Duarte Schussmuller, director y gerente general de Solventa S.A. Calificadora de Riesgos, manifestó a su turno que las señales que envía el país institucionalmente no son buenas para los inversores y que las calificadoras de riesgo evalúan el aspecto cuantitativo y cualitativo, que permite realizar comparaciones a nivel global.