Economías colaborativas se van consolidando y ganan espacios en Paraguay

Publicado en fecha 01-07-2016
Las economías colaborativas llegaron para quedarse, y cada vez más las empresas convencionales deberán adecuarse para competir con esta forma de hacer negocios. 

Entre las empresas más valoradas del mundo (Uber, Alibaba, Facebook, etc.) se encuentran emprendimientos que no tienen ningún activo tangible como vehículos o edificios, lo que demuestra que esta vía aún no tocó techo y representa un importante competidor para la “vieja escuela”.

 â€œLa Economía Colaborativa tiene el potencial de generar numerosos beneficios para la región, reduciendo la huella ambiental, promoviendo el acceso a nuevos servicios y productos y facilitando una distribución más equitativa de la riqueza. Igualmente, la Economía Colaborativa fomenta valores sociales positivos de intercambio y colaboración”, enfatizó Helms, quien visitó el país y también consideró que Paraguay tiene la capacidad para convertirse en el laboratorio del Fomin.

En un momento en el que grandes proyectos internacionales como Uber, BlablaCar o Airbnb están entrado, o ya han entrado, en los principales mercado de la región, cientos de emprendedores están desarrollando proyectos como el diseño de espacios de trabajos compartidos (coworking) o de movilidad (carsharing), sostuvo Brigit Helms, gerente general del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), del BID, en el evento realizado este miércoles denominado “Economías Colaborativas”.

Tan solo uno de los casos de éxito a nivel local en economía colaborativa es PO Paraguay, la organización que se dedica a la fabricación de prótesis personalizadas para personas que las necesitan de última tecnología a un bajo costo, gracias al crowdfunding (financiamiento colectivo), una de las herramientas de las economías compartidas.

Este tipo de organizaciones muestra crecimientos exponenciales, mientras que las empresas de modelo tradicional lo hacen apenas aritméticamente, es decir, a un ritmo mucho más lento.

Según el I Informe Economía Colaborativa en América Latina, realizado por el IE Business School y el Fomin,  los emprendedores de la región consideran que el desconocimiento del tipo de negocio por parte de la población (60%), el acceso a financiación (43%) y la desconfianza de los clientes-usuarios (42%) son los mayores desafíos para el desarrollo de estas iniciativas.  

La economía colaborativa comprende el intercambio de bienes y servicios a través de plataformas digitales, que se da directamente entre las partes, sin la necesidad de intermediarios. Este nuevo esquema ha planteado una revisión a la forma de hacer empresa a nivel mundial y obliga a las convencionales a buscar alternativas para no perder mercado en el corto y largo plazo.