Los resultados son un shock total para la política británica y europea; y para los mercados a nivel global. Las encuestas, incluso las realizadas apuntaban al triunfo de los partidarios de seguir en la UE, por lo que el resultado final sorprendió a muchos inversores, quienes durante la madrugada se han lanzado a vender libras y otros activos en los mercados asiáticos.

La moneda esterlina ha llegado a perder un 10% frente al dólar durante la noche, y los futuros de las bolsas apuntan a descensos de entre el 5% y el 10% cuando se inicie la sesión en la mañana. Según los analistas, uno de los mercados más castigados puede ser el español. Los estrategas de UBS creen que la prima de riesgo de España (diferencial con los bonos alemanes a diez años) puede subir de los 145 a los 200 puntos básicos tras la confirmación del Brexit.

Fuentes del mercado esperan que durante esta mañana, antes de que abran las bolsas, los bancos centrales liderados por el Banco de Inglaterra intenten calmar a los inversores con el anuncio de inyecciones de liquidez a las entidades financieras. Algunos inversores opinan que la Bolsa de Londres debería retrasar la hora de apertura (8 hora de Londres) para esperar a que los reguladores puedan calmar los ánimos.

En el plano político, la derrota pone en duda el futuro del primer ministro británico David Cameron, quien había pedido el voto por la permanencia en la UE. Además, se abrirá un largo periodo de negociación con la UE para negociar la salida, que podría durar varios años. Todo ello puede frenar la economía británica y la llegada de inversores al país, lo que explica la corrección en los mercados.

Con una participación del 72%, la victoria del Brexit se explica por una combinación del voto de personas mayores que añoran la pujante Inglaterra de antaño con clases sociales desfavorecidas que han sufrido con la crisis y utilizaron el referéndum para realizar un voto de protesta. Los partidarios de la permanencia en la UE ganaron en Londres, Escocia e Irlanda del Norte, mientras que el Brexit logró la mayoría de votos en casi toda Inglaterra y Gales.

Este reparto del voto puede hacer que el Gobierno escocés reclame la celebración de otro referéndum de independencia, para poder seguir en la UE como un Estado separado del resto de Reino Unido.