El precio de algunas variedades de frijol se ha más que duplicado desde enero, y el kilo puede llegar a venderse en 20 reales (seis dólares) en algunos supermercados.

Una campaña en la red social Twitter con el hashtag #Temerbajaelpreciodelfrijol (#Temerbaixaopreçodofeijao), con muchas bromas y memes, pareció ser atendida por el presidente Temer.

"El frijol es ahora una comida de lujo! #Temerbajaelpreciodelfrijol", tuitearon varios usuarios. "¡Soy rica! Como arroz y frijoles todos los días", decía un meme con la misma etiqueta. Otro mostró la foto de un convoy de tanques blindados con la leyenda "transporte de frijoles".

Los frijoles son el plato de guerra de los brasileños, que gustan de comerlo todos los días, en lo posible junto a una porción de arroz y un churrasco de vaca o de cerdo. También es uno de los ingredientes del plato nacional, la "feijoada" (frijoles negros, carne seca, carne de cerdo, arroz, harina de mandioca, panceta, col, naranjas).

Temer pidió al ministro de Agricultura autorizar la importación de frijoles de los vecinos Argentina, Bolivia y Paraguay "para bajar el precio en los supermercados", anunció la presidencia brasileña en su blog.

El ministro de Agricultura, Blairo Maggi, estudia asimismo comprar frijoles a México y a China, anunció Planalto.

Problemas climáticos como las heladas arruinaron prácticamente toda la cosecha de frijoles en el centro oeste del país. La escasez provocó un aumento de la demanda y el alza de los precios.

Maggi, un exsenador y gran terrateniente conocido como "el rey de la soja", sostuvo que negocia con los grandes supermercados la compra de frijoles directamente de los proveedores. "Estamos seguros de que el precio cederá a medida que el mercado vaya siendo abastecido", afirmó.

Brasil cuenta con innumerables variedades de frijoles. El "carioquinha" subió 54% entre enero y junio, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El "mulatinho" subió 50% y el negro 21.3 por ciento.

La inflación en Brasil se aceleró en mayo y alcanzó 9.32% a 12 meses. El gigante latinoamericano atraviesa una profunda recesión en medio de una aguda crisis política y un aumento del desempleo.