Pese al resultado superavitario de abril, hay un moderado déficit fiscal acumulado, manteniéndose la orientación contra-cíclica de la política fiscal, lo que implica que el Fisco sigue contribuyendo a sostener el crecimiento económico, hecho reconocido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Informe de Consulta de Artículo IV. 

El déficit fiscal anual (acumulado en 12 meses) se ubica en 1,7% del PIB al mes de abril de 2016, lo que sería el nivel más bajo de déficit fiscal en la región para el 2016. Además, mientras que en los países de la región el déficit fiscal subió significativamente entre el 2016 y 2012 (entre 1% y 8,6% del PIB), en el Paraguay el déficit fiscal se mantiene sin ningún incremento.

Se observa una importante desaceleración del crecimiento de los ingresos tributarios, lo que sería consecuencia de las menores importaciones. El Ingreso Total de la Administración Central presenta un crecimiento acumulado del 9,1%, al tiempo que los ingresos tributarios crecen 3,6% y los demás ingresos 23,7%. La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) recaudó USD 67 millones más que en el mismo periodo del 2015, representando un incremento del 11,4%, en tanto que la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) presenta una caída en Guaraníes del 4,4% y en Dólares Americanos del 13,3%. 

Por el lado del gasto público sigue el proceso de cambio estructural con menos gastos en salarios y más inversión social. El gasto total crece al 8,7% al mes de abril, lo cual es importante resaltar dado que se mantiene un crecimiento de los gastos por encima del ritmo de crecimiento de la recaudación. Las Remuneraciones al Personal presentan un bajísimo crecimiento del 0,5% en términos nominales, lo cual se traduce en una caída real del 3,9%. Al respecto, la participación de salarios en la estructura del gasto de la Administración Central se reduce al 45% en abril de 2016, comparado con el 55% del año 2012[1]. Asimismo, el Ministerio de Hacienda es la entidad del Poder Ejecutivo con el mayor ajuste en gastos salariales, con una reducción cercana al 16% hasta abril de 2016. 

De hecho, a nivel global de cada G. 100 que se recauda en concepto de impuestos G. 76 son destinados para el pago de salarios, la cual es la relación más baja observada en los últimos 5 años, reflejando el esfuerzo del gobierno por contener el crecimiento del gasto salarial. También hay un salto importante en el componente social, con un crecimiento del 54,2% (entre el 2016 y el 2012) en la ejecución de la partida presupuestaria de servicios sociales.