BBVA y Santander se resguardan ante los bajos precios del petróleo

Publicado en fecha 10-05-2016
La caída del precio del petróleo ha tenido un efecto demoledor en las cuentas de las compañías del sector energético. Como efecto colateral, los bancos también han sufrido daños por su exposición a estas empresas, ya sea mediante préstamos, derivados u otros productos. Santander y BBVA han tenido, de hecho, que elevar sus provisiones en el primer trimestre del ejercicio por este motivo.

Santander tiene en juego alrededor de 9,500 millones de euros, según indicó su consejero delegado, José Antonio Álvarez, en un reciente foro organizado por la firma Morgan Stanley en Londres, lo que representa 1.3% del total de la cartera de créditos. Esto ha provocado que tenga que elevar las provisiones 32% en su filial estadounidense, Santander Bank.

Según explicó Álvarez en la presentación de resultados trimestrales hace dos semanas, esta unidad se ha tenido que dotar de 100 millones de euros por el deterioro de la calidad crediticia de las petroleras.

En este sentido, 43% de los créditos emitidos por Santander está ligado a empresas y proyectos con calificaciones crediticias de entre “A” y “AAA”, otro 46% es “BBB” y sólo 11% cuenta con una nota inferior, en niveles de bono basura.

Los problemas de EEUU
Por geografías, la mayor exposición de Santander al sector se encuentra en Latinoamérica, 30% de esos 9,500 millones, según una presentación realizada por el banco en marzo a inversionistas de renta fija.

En Estados Unidos está 6% del total de los préstamos, con lo que se sobreentiende que, previsiblemente, es allí donde se incluyen los activos de peor calidad crediticia, puesto que es en la filial de EU donde han tenido que utilizar esos 100 millones de euros.

Pero Santander cuenta además con una exposición de 3,470 millones al sector de la minería y el acero, que también ha sufrido con la caída de las materias primas.

Por su parte, BBVA tiene una exposición de 16,100 millones, 3.4% de la cartera total del grupo. Pero, de la misma manera que ocurre con su competidor, buena parte de esos préstamos está vinculada a entidades que tienen una calificación de grado de inversión, con cerca de 60 por ciento.

De esa cartera, 22 % está en grupos con sede en España, como Repsol. “No estimamos un deterioro significativo de la calidad crediticia del Grupo BBVA por la exposición a este segmento”, indican fuentes de la entidad.

En el primer trimestre, BBVA tuvo que hacer una dotación de 95 millones de euros como consecuencia de la cartera de petróleo y gas y otras materias primas en EU, según refirió el consejero delegado del grupo, Carlos Torres, durante la presentación de resultados trimestrales del grupo.

“No creemos que vayamos a tener que realizar más provisiones, aunque es cierto que nos va a llevar a un costo de riesgo superior a lo previsto en Estados Unidos; no obstante, habrá que ver cómo evoluciona el petróleo, puesto que se ha comportado mejor en las últimas semanas”, añadió.

La filial en EU de BBVA, Compass, presidida por Francisco González, es la unidad más afectada a pesar de ser la que contaba con los mejores indicadores de riesgo del grupo (tasa de mora de 1.4% a cierre de marzo). De la cartera de la entidad, 76% , alrededor de 4,599 millones de euros, está relacionada con empresas con calificaciones de bono basura, lo que eleva el riesgo de impago.

El Banco de España alertó esta semana, en su informe de estabilidad financiera, que la caída del precio del crudo podría afectar negativamente a la situación financiera de los países exportadores y de las empresas del ramo, con un posible efecto colateral sobre el sector bancario a través de sus préstamos al sector energético.

Aunque el crudo se ha recuperado 63% desde los mínimos alcanzados a mediados de enero, sigue perdiendo 32% desde mayo del año pasado, situándose, en la actualidad en un promedio de 45 dólares por barril.