La actividad económica presentó una expansión en términos constantes de 4,0% en el año 2021, según los datos de Cuentas Nacionales que presentó el banco Central del Paraguay (BCP). Este crecimiento es explicado por la mayor movilidad como consecuencia de la apertura gradual de la economía, los mayores niveles de inmunización de la población y la mejor adaptación tanto de los hogares como de las empresas a la evolución de la pandemia del COVID-19.

Desde la perspectiva de la producción, la agricultura experimentó una caída de 18,2%, debido a la baja producción obtenida en los principales cultivos, entre ellos, soja, maíz y trigo, afectados por factores climáticos adversos.

La actividad de electricidad y agua presentó una disminución de 7,6% en el año 2021, debido en gran medida a las condiciones hidrológicas desfavorables del río Paraná, provocadas por la histórica sequía registrada.

La industria manufacturera se incrementó en 6,9%, siendo las actividades de mayor crecimiento la fabricación de metales comunes (27,6%), cuero y calzado (25,7%), productos químicos (17,8%) y producción de papel (14,2%).

Sin embargo, estos resultados fueron atenuados por los desempeños negativos en la elaboración de aceites (-14,5%), producción de lácteos (-2,7%) y maquinaria y equipos (-2,2%).

La actividad de la construcción tuvo un crecimiento de 12,8% en el 2021, consecuencia del dinamismo observado en la ejecución de las obras tanto públicas como privadas. Luego de una importante retracción en el año anterior, la actividad comercial se recuperó y creció 14,3%.

Los servicios financieros mantuvieron una tendencia relativamente estable al cerrar con un incremento de 3,17% en 2021, luego de registrar un aumento de 3,24% en 2020 y un promedio de 3,22% en los últimos cinco años.

Las actividades de servicios con mejor desempeño fueron: hoteles y restaurantes (17,3%), servicios a los hogares (16,4%) y servicios a las empresas (10,3%), explicado, principalmente, por el levantamiento de las medidas sanitarias que afectaban la movilidad.

También se han destacado las actividades de transporte (7,2%), telecomunicaciones (4,5%) y servicios inmobiliarios (2,8%). No obstante, los servicios gubernamentales experimentaron una retracción (3,4%).

Desde la perspectiva del gasto, el crecimiento del PIB estuvo explicado por el consumo privado (6,1%) y la formación bruta de capital (27,2%), ésta última impulsada por las construcciones y las maquinarias y equipos, además del aumento de las existencias. No obstante, las exportaciones netas incidieron negativamente, por el mayor crecimiento de las importaciones (21,8%) con respecto a las exportaciones (2,1%).